cuánta frustración cabe en un verso
cuánta pena en un escalón del metro
donde suben
borrachos asesinos
suben a ritmo de caballos trotando
(yo también subo)
(aunque no quiera asumirlo)
yo también subo
y no escribo.
No me detengo unos segundos a escribir
aunque llevo como siempre el block de notas
y un bolígrafo bic
para no desperdiciar ese momento
en el que salen (imos) del metro
sin humor ni amor
y suben imos la escalera
borrachos asesinos
pisando vida
robando tiempo
frustrando futuro
inactuando devenires
… seguimos (igo) sin gritar.