En Dusseldorf encontré este establecimiento que dice que «esa tienda» es un «men’s world«. Me hizo gracia pensar que pudieran pensar que «sólo» esa tienda era un mundo de hombres y no todo el mundo, así, en general.
Por supuesto, me hizo gracia y no me hizo ninguna gracia. Espero que se entienda.
Yo apostillé en mi mente: «men’s world»=»the world».