En un libro de divulgación matemática he encontrado este epígrafe que me parece magistral y que refleja muy bien mi silencio en tantos y tantos temas de «la vida» donde tengo la sensación de comprender cada día menos y visualizarla como un ente complejo de lo que casi no es posible decir nada sin simplificar hasta límites burdos: kaka kulo pedo pis.
Por eso no sé qué opinar, por ejemplo, sobre la famosa guerra de Ucrania (o invasión, según se posicione quien lo mente).
Y así con otros miles de temas.
Cada día más abocado al silencio.