Anteayer, en una clase, lo pensé pero no lo dije para no refrenar el impulso del grupo en debates o acotaciones infructuosas:
La originalidad es como el amor:
se encuentra
cuando no se busca.
Descarté otra versión en mi cabeza que decía:
La originalidad es como el amor:
se encuentra
si no se busca.
Pues no es verdad que se encuentra «si no se busca», pero sí que, si se encuentra, lo más probable es que no haya sido buscada.
Aun así, las frases tan «rimbombantes» como esta siempre me parecen simplistas, aunque sean efectistas. Luego hay gente que las recuerda de por vida como grandes perlas de pensamiento, cuando no son sino pequeños destellos de un iceberg a lo lejos.