El otro día retomé la técnica cianotípica para hacerle un regalo a mi amiga Susana Espeleta y, por mero azar, derivado de la falta de espacio libre en el estudio, coloqué el negativo sobre la cianotipia resultante y se obtuvo un efecto bastante bello, casi como de relieve… pero totalmente analógico (o casi).
Algo tremendamente formidable de este montaje es que puedo utilizar papel más barato, de menor gramaje o de grano más fino y luego enmarcarlo, pues queda muy bien enmarcado en un marco cuanto más neutro o «inexistente» mejor.
Fue, creo, un bonito regalo que me permitió experimentar con combinaciones de materiales que no había imaginado. Se me ocurren pocas cosas.