Carmen me había regalado varios pliegos de papeles negros que pedí como presente navideño. Los compró en la Dominotería, una tienda especializada en papeles de arte.
Este año 2024 estuvo marcado por un problemilla de salud (tendinitis del supraespinoso izquierdo) que me tuvo ocupadísimo en rehabilitaciones y por fin el lunes pude comenzar a prepararlos para usarlos.
Han estado tanto tiempo enrollados, casi un año, que tuve que comenzar por desenrollarlos, lo cual implica enrollarlos en dirección contraria (menos por menos es más o algo similar).
De momento, voy a usar un pliego de 56x76cm de Papel para grabado Bfk Rives de 280g/m2, que cortaré en piezas 7x15cm (lo que me da un total de 8×5=40 piezas) en las que escribir poemas sobre la negritud (como color, nada étnico, al menos en la intención consciente).
El papel BFK Rives es un magnífico papel de grabado, en color negro o tostado, 100% algodón, fabricado con mimo en forma redonda. Tiene un grano más fino y es más liso que el Velin de Arches. Presenta barba en los cuatro lados, un gramaje de 280g, con reserva alcalina y sin ácido ni blanqueadores ópticos. Es muy apropiado para el dibujo y, sobre todo, todas las técnicas de grabado y obra gráfica como litografía, serigrafía, gofrado, linograbado, fototipia,…
Es tan artesanal que casi parece tela, con esa barba a los cuatro lados que no quiero usar, pero que, por otro lado, es tan interesante para el aspecto inconcluso del papel, ese límite ilimitado…