Retomarte, reconquistarte, en mitad de la lectura de un libro de arte es un inmenso misterio que atenaza mi postura.
Los restos de ropa expuesta no están ensangrentados pero la camisa roja salió del fondo de la noche.
Por agujeros en la pared se oye el silencio que en la calle anuncia que se está tendiendo el día.
Querría (creo), de una vez por todas, escribir una novela pero no parece posible.
Hoy tengo tantas cosas por hacer que me paralizan y no avanzo hacia ellas sino ellas (todas juntas) hacia mí y mi sable no es lo suficientemente potente para matarlas a todas. Estoy hablando de sexo. ¿Te das cuenta de que sigo atado a una ventana llena de vicio?
María Luisa no sale a recoger la sábana tendida. Duerme porque anoche la cena le sentó mal: espárragos que se deshilachaban en su boca como el tiempo bajo sus pies. María Luisa está viva otra vez. La criogenización fue un éxito.