Algunas fotos tienen la magia del momento, del impresionante impresionismo, del rápido movimiento de la cámara, la de mi móvil, que fue capaz de retratar el verde intenso de las montañas cántabras mientras me acercaba al Taller que iba a impartir en Santander este fin de semana pasado. La monocromía del blanco nieve-blanco cielo-blanco…
Ha sido inolvidable. Un enorme ENORME placer.
Hoy estoy cansado y la entrada en este diario será tan solo esta galería de imágenes un tanto imprecisas, que, sin embargo, a mí me hicieron una impresión notable.
Recomiendo viajar en Autobús. El sentimiento de viaje y la proximidad del lugar es mayor que, por ejemplo, en tren y, desde luego, mucho más cálido que el funcional avión.
¡Una maravilla!