No puedo digerir el furtivo olvido que me cubre el pecho.
Es un dolor profundo y con sosiego
como un brillo oscuro
sobre el cielo.
No puedo digerir el futuro con ojos de infinito
como viento de soplos divinos.
Dejé un indigesto presente
ungido con yugo de oro
sobre el pretérito imperfecto
de tu recuerdo.
No puedo digerir este viento infinito
de silencio
sin ti.