Lo que más gracia me hace es que he pensado en el niño acento modificando la frase, en lugar de un tonto y previsible:
TE AMO JESÚS
Podría haber supuesto un:
TE AMÓ JESUS
Que aunque deja a JESUS un poco llano, así, como a la manera de algunos pueblos de España, hace que haya un pasado muy sugerente.
Pero aún más divertido sería:
TÉ AMO JESUS
Que falto de signos de puntuación, podría ser una solicitud o, incluso, una pregunta, dirigida a un supuesto AMO a quien no AMO ni que me AMÓ.
Así que sí, pienso en el niño acento y en su ingente poder, individual, que decidió, posiblemente, ignorar.