Anteayer un amigo me preguntó que si fuera de una nave espacial en el espacio (valga la redundancia) exterior un astronauta siente la gravedad.
Era una pregunta, aparentemente, de sí o no. Pero no lo era.
Contesté que sí, sin duda, pero que habría que matizar.
Por contexto añadir que se trataba de una pregunta que le formulaban en un examen/trabajo de magisterio. Y me pareció terriblemente simplista.
Me surgieron varias preguntas (como siempre me pasa ante una pregunta que me formulan y no, no es que sea gallego, es que casi nada me parece tan simple como muchas preguntas parecen presumir).
¿Se trata de un escenario Newton-Kantiano? Es decir, ¿hablamos de un espacio absoluto en el que las masas ejercen una fuerza a distancia sin que expliquemos de qué manera?
En caso de que la respuesta a esta pregunta sea afirmativa (que ya es mucho suponer) ¿hay que considerar despreciables las atracciones gravitatorias de las masas menores a planetas? En ese panorama, ¿no sería cierto que el astronauta estaría siendo atraído por la gravedad ejercida por las masas menores que tiene en su proximidad, por ejemplo la nave? ¿habría una compensación «vectorial» de las fuerzas de gravedad ejercidas sobre el objeto astronauta que diesen un resultado próximo a cero? No estamos hablando de un «sentir» preceptivo/psicológico sino físico, ¿verdad?
Pero cómo obviar que no deberíamos, entrado el siglo XXI, ignorar las explicaciones de la Teoría de la Relatividad General de Einstein, y olvidarnos de una vez por todas de ese modelo clásico-obsoleto de la mecánica newtoniana para formular preguntas como esta a personas a quienes se están formando para formar la generación venidera.
Entonces la respuesta sería «sí», hay gravedad, puesto que es una característica del espacio (y hay espacio) que es proporcionada/producida por la presencia de las masas (sin las masas, quizá no cabría hablar de espacio), habrá, por usar «metáforas» einstenianas, curvatura del espacio por la presencia de la nave, de todos los planetas por alejados que queden, etc, aunque esa curvatura pueda ser tan inapreciable como midamos… pero habrá curvatura/gravedad.
Y luego me asalta la siguiente cuestión ¿qué pasa con la mecánica cuántica de la gravitación? Me acuerdo de los gravitones y si esa pregunta debería ser reformulada en base a si estos existen y de qué manera afectan al casi olvidado astronauta.
El gravitón es una partícula elemental hipotética de tipo bosónico que sería la transmisora de la interacción gravitatoria en la mayoría de los modelos de gravedad cuántica. De acuerdo con las propiedades del campo gravitatorio, el gravitón debe ser un bosón de espín par (2 en este caso), ya que está asociado a un campo clásico tensorial de segundo orden. […]
La teoría cuántica de campos postula que las interacciones de la naturaleza se producen por la intermediación de bosones gauge o cuantos asociados a los campos que representan dichas interacciones. La interacción de las partículas de materia con esos bosones que representan los campos de fuerza se interpreta en términos de emisión o absorción de estos cuantos.
Y ya no sigo preguntándome nada más, puesto que hasta aquí alcanza mi ignorancia, pero me sigue pareciendo algo patético que la pregunta de un futuro formador sobre la gravedad ignore esta nueva modelización de la realidad observable. Casi tanto como si hubiera tenido que definir la naturaleza divina de los astros inmóviles del cielo.