Pasar el día ahí, frente a la muerte,
debe ser un castigo de un mito que no
fue reflejado en un lienzo sin espejo
protector. Es la expresión dura
de la soledad bajo el augurio
funesto del fin. Y, entonces,
llegará el silencio.
Diario
Pasar el día ahí, frente a la muerte,
debe ser un castigo de un mito que no
fue reflejado en un lienzo sin espejo
protector. Es la expresión dura
de la soledad bajo el augurio
funesto del fin. Y, entonces,
llegará el silencio.