Hoy tuve tiempo
para soñar.
Tus labios me miraban
sin luz.
Soñé con la tristeza
vistiendo un traje de fieltro azul
encaramada a la duda
descarnada.
Tus labios me miraban
sin agua.
Soñé con la tibieza
en la región lumbar de Capadocia
abierta en canal
marino.
Tus labios me miraban
sin paz.
Soñé con tres trenes trapezoidales
(tristes ya estaba ocupada)
aniquilando una superficie
esférica.
Tus labios me miraban
sin latido.
Soñé con sudores de plomo
chorreando por el costado de tu olvido
a la orilla de un autobús
urbano.
Tus labios me soñaban
sin fin.