Me llama la atención cómo interiorizo cierto racismo, que podríamos tachar de microrracismo, como el de llamar «color piel» al color de la gente que tengo en la mayoría alrededor, olvidándome de que el color de la piel no es ni mucho menos algo homogéneo en el mundo y que la expresión «color piel» invisibiliza o tacha de «otras pieles» aquellas que no corresponden con el patrón denominado como tal.
Supongo que así, dentro de este pecado, es donde resulta comprensible la exigencia de buscar espacios para personas «racializadas«.
Es posible que no únicamente sea un mal hábito europeo (culturalmente hablando), sino global, pero no sé si se utiliza esta expresión más allá de lo que yo la conozco. Soy tan limitado…
En resumidas cuentas, hay pieles que han sido denominadas:
Pieles rojas, negras, marrones, amarillas, blancas, rosas, anaranjadas (es el habitualmente usado en el mundo del arte, llamándose color carne), etc, etc, etc.