Estoy rodeado de mujeres y no es un sueño. Es real. Están ahí, pidiendo chocolate con leche llenas de voz de caramelo.
Yo quiero ser sus dientes,
quiero ser sus mecheros,
quiero estar en sus hilos que pueblan sus senos.
Pero estoy a mil metros
estoy lejos
lejos
como rayo de infierno
cayendo de costado
en el brillo
brillo
de su pelo.

Luises encontrados en matrimonio
como las grietas del aire
Aire
una a más grande
un grito
un silencio gritado, gemido, suspirado.

Terrano. Cuscuréltico
interrumpido por
sus
ojos.

Son ojos de miel
son cascabeles
son giselas de sien
en mi cerebro
inmortal
viva la vida entre sus
lindes
del brillo de su pelo
a
el mate de su pelo.

Esto no es una broma