Niño en el Galache

un niño ha entrado por la puerta.
estaba abierta.
no ha dicho nada y ha caminado
despacio
hasta el fondo del local marrón.
ha bajado al subsuelo.
no ha levantado la vista del suelo,
no ha dicho nada y ha caminado
despacio
de vuelta desde el fondo hasta la puerta
que aún estaba abierta.
ha salido sin levantar su vista
solitaria del suelo,
miserable suelo que le aguanta.

en la calle le esperaba
un gato.
ha vuelto a entrar sin reparar en nada.
sus brazos oscilando cabizbajos.
su mirada sombría
apagada en los adoquines
que le aguantan.

del fondo ha llegado su grito,
su ansia de futuro,
necesidad impía de limosna
pero no ha dicho nada
y ha vuelto a la calle
en donde el gato
cocido de aspirinas
aún
le está esperando.

Esto no es una broma