un poema de amor

llegué tarde porque estaba borracho
y no encontraba
la maldita cerradura.
no sé muy bien cómo
conseguí meterme en tu cama,
abrazarte…
pero el calor
y tu olor
tu buen olor a sudor y cariño
terminaron de marearme
y vomité.
te despertaste para llevarme al baño
donde seguí vomitando
lo que ya no creía posible,
mientras tu mano acariciaba mi cuello
húmeda, para despejarme.
me dolían los ojos y los espasmos
de mi estómago
sólo se sofocaban con tu abrazo desnudo
y tu buen olor a sudor y cariño.
tu olor,
tu calor
terminaron por calmarme,
dormirme
a tu lado,
a tu lado
donde hoy he despertado para vomitar
este puñado de palabras mal escritas
abrazado a ti y desnudo
besándote la nuca
y preguntándome
cómo has aprendido a recogerte el pelo
y si todavía
me quieres.

Esto no es una broma