encuentro

un tipo se me acerca
con la mano por delante
en plena Gran Vía.
yo iba manipulando en mi móvil
pensando porqué no tienen o no da más información
y me asusté.
casi retiré su mano
y luego le miré a la cara,
trajeado de gris junto un limpiabotas y un negro altísimo
que intentaba vender su mercancía grabada
sin derechos de autor.
por un segundo se me ocurrió abrazarle
(quizás, a modo de disculpa)
pero no lo hice
y nos miramos desviando la mirada
manteniendo una conversación intrascendente.
tampoco le invité a comer
y dejé que se fuese solo a comer una hamburguesa
tan triste como su traje y su mirada.
sin decir su nombre, le pregunté al despedirme
si aún vivía en colmenar
– si –
– igual nos vemos un día de estos en el autobús –
pero los dos sabemos que él tiene coche, que no lo venderá
que volveremos a vernos otra vez
sin querer vernos.

A Roberto

Esto no es una broma