Para sobrevivir en este mundo hay que perder el corazón

sangrar menos
llorar menos
vivir menos

para durar más
más duro
más frío
más seco
más y más

hasta que el corazón se estabilice en hebras rojas
que fluyen calientes
llamando la atención
detrás de cada mirada que pide auxilio
que pide insoledad
que pide vida

pero es tan tarde que yo
voy a dejar que el viento azote de vida mi cara
que la vida me robe todos mis instantes
y los lleve
tan lejos como el mar
el cielo
los árboles frutales
los olivos de jaén
mujeres andaluzas
un ramo de pestañas que endulzan ficheros
en los que me pierdo para no morir.

Esto no es una broma