Travesía

entre tus ojos y los míos,
una nube de polvo se cernía
y nos acabó por descubrir
que nos queríamos cual ciegos
a los que el verbo ha hecho personas
y descubierto la vereda de la dicha
en una mirada que surca
una nube de polvo que se cierne
entre tu soledad y la mía
enamorándonos,
haciéndonos pequeños cosquilleos
en los párpados
interrumpidos por un despertador que levantará
tus lágrimas mis lágrimas
el intento feroz de ser felices
objetivamente y llenos de misterio
que las frases del miedo hacen miseria
antes de que las matrículas se borren
de nuestros anillos de saturno

alba de la noche,
tu llanto me seduce con
lágrimas de seda que saben a sal,
lágrimas de azúcar que beso enloquecido
hasta tu despertar

alba de la noche:
travesía de encantos en la ciudad de mi vida.

Para Carmen

Esto no es una broma