una yonki
a la salida del metro
me ha dado publicidad diciendo
trabajamos por tu futuro
de una escuela de informática
y (debajo de la lluvia,
mientras su pelo rubio goteaba tristeza)
me preguntaba
porqué no por el suyo.
creo que voy perdiendo sensibilidad
cuando camino por estas calles
y no lloro más
cuando un borracho apenas se sostiene
sobre sus piernas gruesas de pana
mojada su barba gris y negra
como tristeza que goteaba.
la lluvia escuece
mis realidades.