no dejar jamás un corazón herido
no dejar jamás lágrimas sin verter
no dejar jamás un llanto no atendido
no dejar jamás tu piel sin calentar
no dejar jamás un enemigo despierto
no dejar jamás la posibilidad de arder
no dejar jamás un sueño no vivido
no vivir sin sentir
no sentir sin vivir
no dejar jamás
de negarme a mí mismo.