después de escribir
abro los ojos
y el mundo toma, de nuevo,
mil colores
(y sonidos)
aunque el cielo esté gris
o justo eso:
el gris del cielo
asalta la cuna de mis ojos.
Diario
después de escribir
abro los ojos
y el mundo toma, de nuevo,
mil colores
(y sonidos)
aunque el cielo esté gris
o justo eso:
el gris del cielo
asalta la cuna de mis ojos.