Llegó al vergel salado de tu sexo
y se bañó.
Humano bautismo de sangre
que hace del desierto
nuestra cama.
Día: 3 de febrero de 2009
Un hombre atravesó el desierto
de tu ausencia.
Hoy
es capaz de vivir en soledad.
Un hombre atravesó el desierto
Dejó su corazón atrás
para que las hienas no lo devorasen
y ahora, en pleno oasis,
no logra salir de su silencio.
Dejó su sueño atrás
para aprovechar el frío de las noches
y ahora, en plena calle,
no logra huir de su silencio.
Un hombre atravesó el desierto
Era un hombre negro
con una moto que no avanzaba.
La luz fluía sin cesar sobre sus cejas
y no avanzaba
porque la silenciosa mosca
había devorado su alma
y voló
por encima de mí,
más allá del desierto trascendente
para encontrar gasolina
y darse cuenta
de que le habían robado
ni más ni menos
la vida.
ConsumoTerapia
Como su propio nombre indica, Terapia relacionada con el Consumo, indiscriminado preferentemente, de cualquier elemento consumible.
Es muy recomendable ante depresiones, especialmente las que no tienen nada que ver con el dinero o lo necesario para adquirir bienes materiales. De este modo, se evita enfrentar el problema o la raíz del mismo, derivando su solución hacia el futuro, quizá en un momento en el que no se podría resolver y gestionando más eficazmente las energías vitales disponibles. Pero realmente, esta Terapia se trata más bien de un antisintomático que de una Terapia curativa en realidad, aunque no por ello, sus efectos paliativos, bien usados, pueden dar lugar a una mejoría superficial del paciente. Por tanto, para sujetos superficiales en cuanto a su forma de ser, esta mejora puede ser sustancial.
Proveyéndose de dinero o crédito garantizado por alguna entidad fiable, acudir a algún lugar público en el que saciarse de innecesarios productos adquiridos más por voracidad que por criterio racional, dejándose arrastrar por publicidad subliminal escondida en nuestro inconsciente (¿colectivo?) o por la inmediatez de anuncios comerciales en la calzada, ya sea a través de escaparates o por folletos proporcionados por algún conocido o desconocido.
Existen infinidad de productos consumibles, por lo que la ConsumoTerapia puede ser realizada sin parar en todo momento. Esta actitud conlleva el riesgo de la sobredosis que se comentará más adelante. La disparidad de oferta hace que su aplicación sea sumamente subjetiva y que adquiera, por tanto, dimensiones psicológicas individuales adaptándose a la manera de vivir de cada paciente que puede derivar su consumo hacia cosas tan dispares como la vestimenta, los complementos más o menos de moda, la joyería, el arte, el ocio, el deporte, la tecnología, la gastronomía, la ingesta incontrolada de bebida, como podría ser la puerta de entrada en la BebidaTerapia, la cosmética, la farmacología, la religión y otras mitologías. De este modo, se puede hablar de una Terapia sectorial que comprende los sectores de la ConsumoTerapia Textil, ConsumoTerapia Tecnológica, etc…
La cualidad sectorial de esta Terapia, mezclada con la componente psicológica, hacen de ella un tratamiento difícil y arduo de prescribir puesto que requieren de una empatía enorme entre el paciente y el terapeuta. No obstante, encontrada esa empatía, los efectos son inmediatos, si bien de escasa durabilidad, lo que conduce a otro de los riesgos de la Terapia que es la adición implícita de la misma.
Es interesante observar que cuando se consume Dinero o capital, esta Terapia cumple un requisito adicional que es la de sostenerse más tiempo, siempre y cuando las condiciones de robustez en el sistema de almacenamiento del objeto en cuestión sean lo suficientemente saludables.
Otro peculiar sector es la ConsumoTerapia Terapéutica, es decir, consumir Terapias (esta u otras) como forma de Terapia en sí. Esta característica hace de esta misma quizá la única Terapia Iterativa y Recursiva lo que, por supuesto, lleva irremediablemente a la dependencia con riesgos insalvables de sobredosis o, incluso, bancarrota económica y espiritual.
Dosificación: La ConsumoTerapia es muy adictiva y provoca fuertes necesidades de aumento de dosis, lo que suele degenerar en crisis de ansiedad ante la imposibilidad de vivir para satisfacer la dependencia. Conviene usarla con mucha precaución y preferiblemente de la mano de un buen profesional por cada sector que sepa encauzar las necesidades virtuales dentro de las reales. Consultar con un especialista en planificación económica a medio y largo plazo para no sucumbir a su abuso.
Ante sobredosis: romper con hábitos de Consumo convulsivo de manera inmediata y recurrir a otras terapias no basadas en la adquisición sino en la dádiva, como lo son la AbrazoTerapia y la BesoTerapia ya comentadas o dejarse invadir por la NadaTerapia que ya comentaremos.
Otras terapias con la letra C, podrían haber sido:
CulturaTerapia (curación mediante el empleo de la Cultural como objeto sanador, aunque bien es sabido que no tiene porqué serlo), la CañaTerapia (sinónimo de la BebidaTerapia, con un mayor componente social y alcohólico), la CueroTerapia (en sus dos versiones de ConsumoTerapia Texti y como Terapia Sexual sadomasoquista), la CurvaTerapia (con curvas de distintos tipos analizando los distintos sistemas humanos, pero que más que como Terapia curativa suele emplearse como diagnóstica), la CafeínaTerapia (para mantener más activo el cerebro) y otras Casuales….