Propaganda taxidermista
de abluciones
coloreadas de añil
como el sombrero
como la pez
de la noche sin estrellas:
tus ojos.
y un camaleón muerto
en el armario
con un reloj de nueve horas
metropolitano y eterno que
nos rompe
desde dentro
con una luz de lágrimas violenta contra paredes vírgenes que resisten un final sin asonancia.