esa maldita niebla

de palabras

    Me pides palabras. Y yo
    las diré: desde el instante
    en que aprenda
    a no darte nada.
    Paul Auster.

Ahora dedos en posición
arcos voltaicos
láminas acabadas – o terminadas para no usar más la a
toboganes de fuego
vuelo entre tus labios
alcanzando la luz
café rotundo cromo energizado
alfabeto meridional
calamidad
Trino de agua rebosante de sed
sexo en las orejas de tu jardín
una piedra trocada
serpientes oriundas de alcarfó
crímenes de romo enemigo
acechan en esa niebla
la que no me dejaba ver
te.

Esto no es una broma