Tengo que capturar la realidad ahí mismo, donde se está produciendo, delante de mis narices. No tengo memoria. No tengo memoria y eso hace imposible los recuerdos y sin recuerdos no hay realidad y sin realidad no soy.
Tengo que escribir lo que veo, tengo que fabricar esa memoria escrita, palabrasmundo que me conforman, devenir que es llegar a casa y saltar sobre una hoja y morir en ella construyendo la realidad letra a letra, ese recuerdo de un olor a su perfume en la línea 5 de metro, una conversación sobre las alas de las mariposas en IECISA con un consultor de seguridad. La corriente de aire entraba a través de las ranuras de la puerta del vagón y metía su fragancia en mi nariz. Su olor. Su perfume, sinónimo, me estaba volviendo loco. Aspiraba esa realidad-olor y quise convertirlo en palabras. Saqué el cuaderno y escribí siete líneas. La séptima tuvo que ser mi recuerdo y (por eso) se convirtió en ficción.

La poesía sólo puede ser violenta.

Acantilado

Dedicado a un orinal.

Se dice del fondo del mar cuando forma cantiles, y de la costa cortada verticalmente.
Escarpa casi vertical de un terreno.
Costa de corte vertical formada por la erosión, cuyo perfil depende de la naturaleza de las rocas que la componen y que tiene como base inferior la llamada plataforma de abrasión. Del desarrollo de esta última se origina el aislamiento respecto a la acción erosiva marina.

Besando tu espalda

Más que alucinante
alucinógena
desafiando miligramos de mercurio
en el incendio sostenido
en tus dedos
en tus dedos
donde tu sexo desafía
un pedernal
a la orilla del sí
y tan lejana que pesas menos
no pesas nada
ingrávida avioneta de pestañas
desde el éxtasis de tu rodilla
tu mano
desnuda
engulle una falda tableada
rozando sombras
rozando enveses
muslos de lana negra
matojo de cocodrilos
a la espera de desayunos en oferta
que muerden, violentos,
carne desollada
mata de terciopelo humedecido
en la cúspide sedosa de tu lengua
que le arranca al aire el nombre del creador
y me lo escupe
en lágrimas de recovecos obtusos
como la pena
una uña rasga el cuero
entra en la sangre, voraz
de tus entrañas
te rompe y te retuerce
mientras tus pechos proyectiles
ganan la guerra de los mundos
polvo de las galaxias
abrasa silencio
grito invertebrado
ameba fórmica salvaje
que suda la pared
el cuadro que te acoge
estallido cruento
gritos, sí, otra vez gritos
que asesinan la paz
matan la vida
de un niño de seis meses
con un puñal del pecho a su garganta
beben humores
eyaculan aire
subliman, rayan, cantan,
chillan, violan, sueñan
sueñan, duermen
amanecen
en la calma de una paz donde el bebé ha resucitado
y está besando tu espalda.

sin poema

reloj de ante contra
rejas de vayas
vaya, vaya
y un chiste contra el hambre
de las letras
pudriéndose
altamiranas junto
azúcar salada azul
y un azul azul nuevo
nuevo y cheques sin pagar
pensión de tiemblos
como una taza
sin plato
sin plata
ja, ja, ja…
todo es tan gracioso como
la guerra de crimea
en los libros de texto
y tan aburrido
como un verso sin poema

Esto no es una broma