KarmaTerapia

Terapia de origen brahamánico o hindú, basada en la posibilidad de mejorar la gestión de nuestra Energía, mediante la realización de buenos actos. Está fundamentada en la etimología de la palabra Karma que, procedente del Sánscrito kárman, denota Acción. También podría haber sido llamada AcciónTerapia, pero habría resultado mucho menos glamourosa y no remitiría a su origen espiritual y oriental.

No está claramente definida ni en cuanto a lo que se refiere a Hindú, ni Energía, ni Actos, ni Buenos, pero igualmente, se considera una de las más ancestrales Terapias habidas sobre la tierra y sólo por ello merece un respeto y su consideración.

Realizar buenos actos parece bueno en sí, ya que incluye en su definición la palabra misma. De este modo, es sencillo deducir que el bien engendra el bien. Aunque bien podría ser al revés, es decir, que si el bien engendra el bien, realizar actos buenos será bueno. No está tampoco concretamente definido para qué ni en qué sentido será bueno, pero bueno, lo importante es que lo será… y punto.

Porque, hay que tener en cuenta que si no es bueno en esta vida, siempre lo puede ser en la siguiente, probando, de este modo, su eficacia más allá de la muerte, cosa que no se puede afirmar del resto de las Terapias comentadas que se limitan a mejorar nuestra condición o salud en esta vida y no en las venideras, aunque, quizá, también lo estén haciendo mediante la KarmaTerapia que pueden llevar implícitas todas las Terapias.

Por actos, en el sentido religioso de la palabra, se entiende el concepto ampliado de actos físicos, mentales o las palabras, quedando estas, así, en un lugar intermedio entre los pensamientos y los movimientos, denotando la necesidad de disponer de un lugar físico en el que las palabras ocurran y nos permitan entrelazar nuestra fisicidad con la de otros entes físicos con los que compartamos el continuo espacio-tiempo.

Mediante la realización de acciones positivas generamos una inercia a lo positivo que repercute en la positividad de nuestro estado, pero no en su positivismo. Es decir, no positivamos lo que positivamente conocemos como negativo, pero la Energía fluye en la dirección del movimiento y logra una empatía universal desconocida, sin parangón con la que puede lograrse con otras Terapias sociales, alcanzándose, tras su utilización prolongada acompañada de una especie de NadaTerapia o meditación vacua, un estado de satisfacción perpetuo conocido como Nirvana o lo que se llama vulgarmente, en Yóguico, samadhi.

Dosificación y posología: La KarmaTerapia puede practicarse de manera continuada sin por ello presentar trastornos de la personalidad, pero conviene tener en cuenta que su utilización no ha de mostrar tampoco una mejoría de ningún tipo dentro de este ciclo vital, pudiéndose, sus resultados, hacerse visibles o palpables tan sólo tras varias reencarnaciones de práctica. Si uno se niega a reencarnarse, tendrá muy difícil, por tanto, apreciar una mejoría notable, salvo que los cambios de hábitos derivados de la aplicación de la KarmaTerapia produzcan, a su vez, mejorías en la salud física o mental del paciente como efectos secundarios.

SobreDosis: No se conocen casos físicos de sobreexposición a la influencia de Buenos Actos, pero la práctica de la KarmaTerapia sin atender a ninguna otra cosa puede repercutir en la sociabilidad del paciente que tiende a conductas eremitas y a la emigración Tibetana.

Otras terapias con la letra K, podrían haber sido:
KiloTerapia (consistente en perder o ganar un Kilo, sea de gramos, de nanómetros, de euros… para hacernos más adaptados al entorno en el que nos ha tocado vivir), KiwiTerapia (ConsumoTerapia gastronómica que puede ayudarnos a mantener nuestras digestiones aliviadas del extreñimiento), KierkegaardTerapia (consistente en leer a este interesante filósofo danés, único en su especie, para expandir nuestras mentes. Puede ser usado como una iniciación formidable al empleo de la IdeaTerapia), KéfirTerapia (mediante la manutención de un Kéfir doméstico, para mejorar nuestos hábitos alimencios y al mismo tiempo divertirnos con responsabilidad si conseguimos mantener con vida al bicho), KrishnaTerapia (otra Terapia Brahamánica como la KarmaTerapia, pero enfocándose más en el lado exclusivamente religioso, con tendencia al color naranja) y otras que serían de aplicación en momentos de Krisis.

Esto no es una broma