Volver

A los sitios a los que voy, en realidad ya he ido y ahora estoy, siempre, volviendo. Me temo que pronto voy a retomar el camino de vuelta, la cuesta de bajada después de mi cumpleaños que es la cima de mi vida, en la que ya he estado y volveré, despacio, voy a ir cayendo por el sendero del antitiempo para llegar, la final del camino al útero materno. Sé que ella estará muerta para entonces y tendré que escarbar en su tumba y enterrarme y entonces sacaré de mí el destino último, el único destino que puede llamarse tal porque no habrá forma de volver. Será la última huida, el único camino sin retorno, el círculo se rompe, la clase se termina, salgo y vuelvo a casa, a dormir para despertar una nueva mañana en la que volver al trabajo, volver a cumplir días, celebrar cumpleaños, parir nuevos poemas que irán siendo más cortos, despacio hasta hacerse silencio, hasta que un balbuceo los haga incomprensibles, hasta que unas gotas de baba en la barbilla suavice mi rostro, lo haga de nuevo puro como la mierda descompuesta de un recién nacido, el vómito de sangre que sale por mis labios, casi sin ser abiertos, al mundo desolado y recorreré a nado su vagina ya seca, su infierno inalcanzable que es mi infierno alcanzable, mi vida que se agota, por volver a la vida de la que ya salí.

M-20010530

Esto no es una broma