Terapia volitiva consistente en desarrollar el deseo de manera sana y equilibrada para aumentar el sentimiento de direccionalidad en la vida, haciéndose conscientes de nuestra naturaleza de amos de nosotros mismos, lo que en ocasiones se conoce como libertad.
Querer cualquier cosa: persona, animal, vegetal, mineral o inmaterial. Querer, incluso, a uno mismo, lo que la convierte en una Terapia reflexiva y que forma parte de la base de muchas iniciaciones a otras Terapias o curaciones: Quererse es el comienzo de la sanación.
En el uso de esta Terapia cabría hacer la observación de que Querer está siendo usado en el sentido de Amar, es decir, incondicinal y desinteresadamente. No se trata de Querer Poseer. Esta variación específica de la QuererTerapia estaría más bien implícita en la ObjetoTerapia o en la ConsumoTerapia. Para mayor profundización al respecto de esta acepción o matiz, consultar el estudio “El Arte de Amar” de Erich Fromm (1959).
La manera de Querer, por tanto, juega un papel esencial a la hora de aplicar esta Terapia y hay que observar rigurosamente lo mencionado más arriba para poder usar la QuererTerapia. Por otro lado, no importa demasiado Qué Querer como la acción de Querer.
El paciente debe Querer y, a su vez, Querer Querer. Es decir, no basta con hacerlo sino tener la voluntad de hacerlo. Es la voluntad quien realiza esta Terapia que modifica nuestros hábitos haciendo que, cada vez, Queramos no sólo más, sino mejor.
Esta manifestación de la apetencia nos conduce a un contacto extrovertido en el que salimos de nuestro aislamiento relacionándonos con el entorno y, al mismo tiempo, estableciendo con él vínculos afectivos que refuerzan nuestras necesidades emocionales. Se puede aplicar en combinación con otras Terapias tejedoras de estas redes, como la AbrazoTerapia, BesoTerapia, EscuchaTerapia, etc… No aplicar en combinación con la DudaTerapia: Querer sin Dudar o no Querer.
Obsérvese que es una buena Terapia para salvar situaciones de extrema necesidad de restablecimiento como en el caso de una SobreDosis de NadaTerapia o una depresión aguda y crónica.
Dosis: Utilizar la QuererTerapia casi de manera continuada para mantener una gnosis adecuada de nuestra naturaleza, preferentemente desprovista de autocensuras y críticas que interfieran en el resultado del tratamiento o en su lugar de aplicación, reduciendo sus efectos positivos significativamente. No tiene efectos secundarios pero es importante atender a las recomendaciones referentes a su abuso.
SobreDosis: Abusar de la QuererTerapia puede llevar al paciente a no decantarse por una única dirección, llevándole a cierta ansiedad injustificada, así como a dependencias extremas de respuesta por parte del ambiente circundante (donde se encuentra el objeto Querido) si no se tiene en cuenta que ha de ser aplicada con sincero y absoluto desprendimiento.
Otras terapias con la letra Q, podrían haber sido:
QuizáTerapia (sinónimo de la DudaTerapia), QuietudTerapia (una expresión material de la NadaTerapia, consistente en permanecer físicamente quieto durante periodos de tiempo apreciables), QuerenciaTerapia (dejarse llevar por aquello a lo que tenderíamos de manera natural o instintiva. Si bien es similar a la QuererTerapia, tiene muchos más efectos secundarios y ciertos riesgos de intoxicación), QuininaTerapia (apta para el tratamiento de la Malaria, hoy en desuso), QuedadaTerapia (combinada con la CañaTerapia da resultados óptimos de expansión social), QuímicaTerapia (consultar la referencia a la DrogaTerapia), y otras Que dejamos a la imaginación del lector.