Ciudad alegre rodeada
parques, parques
un lago inflado en belleza
a la Luz nueva.
Mes: febrero 2009
Si la cursilería tiene nombre
lléname el sueño de nata
azúcar y, sobre todo,
un tiempo nuevo.
Un golpe cinematográfico
lluvia de meteoritos
se me acercan como diez ojos
que, rojos, queman el hombre.
Lenguas desnudas
intensas urbanizando almas
torturadas
que abrazan la saturación.
- A Jackson Pollock
Se rompe el azul
contra la enrejada baraunta
de mi pecho
KarmaTerapia
Terapia de origen brahamánico o hindú, basada en la posibilidad de mejorar la gestión de nuestra Energía, mediante la realización de buenos actos. Está fundamentada en la etimología de la palabra Karma que, procedente del Sánscrito kárman, denota Acción. También podría haber sido llamada AcciónTerapia, pero habría resultado mucho menos glamourosa y no remitiría a su origen espiritual y oriental.
No está claramente definida ni en cuanto a lo que se refiere a Hindú, ni Energía, ni Actos, ni Buenos, pero igualmente, se considera una de las más ancestrales Terapias habidas sobre la tierra y sólo por ello merece un respeto y su consideración.
Realizar buenos actos parece bueno en sí, ya que incluye en su definición la palabra misma. De este modo, es sencillo deducir que el bien engendra el bien. Aunque bien podría ser al revés, es decir, que si el bien engendra el bien, realizar actos buenos será bueno. No está tampoco concretamente definido para qué ni en qué sentido será bueno, pero bueno, lo importante es que lo será… y punto.
Porque, hay que tener en cuenta que si no es bueno en esta vida, siempre lo puede ser en la siguiente, probando, de este modo, su eficacia más allá de la muerte, cosa que no se puede afirmar del resto de las Terapias comentadas que se limitan a mejorar nuestra condición o salud en esta vida y no en las venideras, aunque, quizá, también lo estén haciendo mediante la KarmaTerapia que pueden llevar implícitas todas las Terapias.
Por actos, en el sentido religioso de la palabra, se entiende el concepto ampliado de actos físicos, mentales o las palabras, quedando estas, así, en un lugar intermedio entre los pensamientos y los movimientos, denotando la necesidad de disponer de un lugar físico en el que las palabras ocurran y nos permitan entrelazar nuestra fisicidad con la de otros entes físicos con los que compartamos el continuo espacio-tiempo.
Mediante la realización de acciones positivas generamos una inercia a lo positivo que repercute en la positividad de nuestro estado, pero no en su positivismo. Es decir, no positivamos lo que positivamente conocemos como negativo, pero la Energía fluye en la dirección del movimiento y logra una empatía universal desconocida, sin parangón con la que puede lograrse con otras Terapias sociales, alcanzándose, tras su utilización prolongada acompañada de una especie de NadaTerapia o meditación vacua, un estado de satisfacción perpetuo conocido como Nirvana o lo que se llama vulgarmente, en Yóguico, samadhi.
Dosificación y posología: La KarmaTerapia puede practicarse de manera continuada sin por ello presentar trastornos de la personalidad, pero conviene tener en cuenta que su utilización no ha de mostrar tampoco una mejoría de ningún tipo dentro de este ciclo vital, pudiéndose, sus resultados, hacerse visibles o palpables tan sólo tras varias reencarnaciones de práctica. Si uno se niega a reencarnarse, tendrá muy difícil, por tanto, apreciar una mejoría notable, salvo que los cambios de hábitos derivados de la aplicación de la KarmaTerapia produzcan, a su vez, mejorías en la salud física o mental del paciente como efectos secundarios.
SobreDosis: No se conocen casos físicos de sobreexposición a la influencia de Buenos Actos, pero la práctica de la KarmaTerapia sin atender a ninguna otra cosa puede repercutir en la sociabilidad del paciente que tiende a conductas eremitas y a la emigración Tibetana.
Otras terapias con la letra K, podrían haber sido:
KiloTerapia (consistente en perder o ganar un Kilo, sea de gramos, de nanómetros, de euros… para hacernos más adaptados al entorno en el que nos ha tocado vivir), KiwiTerapia (ConsumoTerapia gastronómica que puede ayudarnos a mantener nuestras digestiones aliviadas del extreñimiento), KierkegaardTerapia (consistente en leer a este interesante filósofo danés, único en su especie, para expandir nuestras mentes. Puede ser usado como una iniciación formidable al empleo de la IdeaTerapia), KéfirTerapia (mediante la manutención de un Kéfir doméstico, para mejorar nuestos hábitos alimencios y al mismo tiempo divertirnos con responsabilidad si conseguimos mantener con vida al bicho), KrishnaTerapia (otra Terapia Brahamánica como la KarmaTerapia, pero enfocándose más en el lado exclusivamente religioso, con tendencia al color naranja) y otras que serían de aplicación en momentos de Krisis.
JuegoTerapia
Mediante el empleo discriminado del Juego, podemos reducir alteraciones nerviosas, disolución de costumbres innecesarias, relajación mental y física, expansión de la conciencia, alivio de sintomatología relacionada con el estrés, la angustia, la soledad y otros estados de ánimo decaídos o decadentes.
La JuegoTerapia se puede aplicar individual o colectivamente, siendo esta última la más beneficiosa, puesto que a los posibles servicios prestados comentados en el anterior párrafo, se suman los derivados de la interacción social mediante una la realización de una actividad gratificante, enlazando con las ventajas de la Buen-HumorTerapia.
El Juego a elegir es algo secundario y que, por supuesto, calificaría esta Terapia como sectorial según su gusto, pero este factor no va a ser tenido en cuenta en este estudio por la infinidad de posibilidades. Pensar inmediatamente en las combinaciones: JuegoTerapia de Mesa, JuegoTerapia Deportiva, JuegoTerapia de Rol, JuegoTerapia Carnal, etc.
Quizá, sería conveniente advertir que no es preciso un Juego concreto sino más bien una actitud de disposición al Juego. Se trata, el tratamiento, de entender que gracias a la práctica continuada del Juego durante la vida, esta última se hace, si no mejor, sí, seguro, más amena, divertida, motivada y afable.
Por ejemplo, conviene Jugar en la mesa, justo antes de comer, cada día, con los cubiertos, con los vasos, con los alimentos, sin alterarlos hasta hacerlos incomestibles, con la mantelería y con las caras de los comensales, entre otras cosas. No dejar de Jugar por convenciones sociales más o menos arbitrarias y que se han demostrado ineficaces a la hora de hacer más saludable nuestra existencia, a pesar de la higiene aportada.
Es decir, la JuegoTerapia puede y debe ser aplicada especialmente allí donde hay restricciones que dificultan su puesta en funcionamiento, para conseguir un acercamiento a una relajación neuronal y física que suaviza nuestros hábitos de vida y los vínculos interpersonales. Es especialmente recomendable ejercerla durante la jornada laboral, tendiendo a su atenueción, manteniendo una conveniente mezcla de seriedad y esparcimiento. Es probada su capacidad para aumentar la productividad de los trabajadores que, felices, aguantan más y mejor sus cometidos profesionales y la rigidez de las estructuras jerárquicas dominantes.
La JuegoTerapia combinada con la ConsumoTerapia tiene unas contraindicaciones evidentes relacionadas con la utilización del Dinero y otros bienes de intercambio durante su aplicación, conllevando un riesgo innecesario y altamente peligroso de adicción o pérdida de patrimonio o matrimonio, según qué materia se esté apostando durante el Juego. Por otro lado, no tiene ningún aporte positivo por lo que se insta a su eliminación de la categoría de Terapia para ser considerada una Patología.
Dosificación: Combinada con la Buen-HumorTerapia no hay razones para limitar su aplicación, haciendo de esta Terapia una usable como hábito o por vía tópica, hasta llegar a modificar nuestro comportamiento. Terapia Behaviorista, está muchas veces recomendada para su uso con otras Terapias más aburridas y que no hace distinción por razones de religión, raza, color, sexo o edad.
SobreDosis: Si bien, como se ha comentado, no requiere un control excesivo, sí es razonable tener en cuenta que, aplicada de forma constante sin la EscuchaTerapia suficiente como para saber en qué momento parar, puede provocar pérdidas de amistades, de puestos de trabajo e, incluso, de parejas sentimentales, además de fuertes ausencias de la realidad, con la que es preferible Jugar y no evitar.
Otras terapias con la letra J, podrían haber sido:
JudíoTerapia (sería más correcto definirla como IsraelTerapia, esta Terapia agresiva consiste en la eliminación de elementos violentos mediante el uso indiscriminado, abusivo e intrusivo de elementos violentos no eliminables), JuicioTerapia (consistente en la aplicación del Juicio para tomar decisiones ayudándonos a evitar que las tomen por nosotros, muy poco practicada), JamónTerapia (forma muy divulgada en España de la ConsumoTerapia Gastronómica), JuergaTerapia (exaltación de la JuegoTerapia en combinación con la CañaTerapia), JotaTerapia (escritura de Terapias que comiencen por la letra Jota, como proceso curativo para mejorar el medio ambiente. También conocida en Aragón como la consistente en bailar una danza regional para distender los músculos), JabónTerapia (muy higiénica Terapia consistente en la aplicación de producto limpiador en el cuerpo del paciente hasta conseguir eliminar de la superficie aquello indesable que llevamos dentro) y otras que Jamás descifraré.
Más allá
cortinas
una mujer
porcelana
un hombre
sexo blanco
y un ramo de caricias en la duda.
Un armario poético
poemas en cajas
y una ciénaga de versos erectos
contra la ventanilla de mi coche.
Potencia entretejida
maraña con manos rojas
compromiso
una lluvia simbolista de cultura
libertad y sueño
sin sentido
consentido.
finalmente