vienen en pateras refugiándose de la miseria en la miseria que produce reproduce su miseria.
trabajan sin salario por el pan aceite y sal la tinta de su sangre consigue contratos contra actuales conseguidos en la miseria descuadrada que produce reproduce hambre guerra tifus y demás jinetes cabalgando hacia el sur.
matan vidas por un pedazo de vida en el paraíso cruel hasta convertirse en dioses y producir reproducir su propia muerte.
Mes: febrero 2009
Innumerables
Ratas verde metal
al concierto de la sabiduría
donde un olor a vómito
inunda el alma
con forma de paloma.
Su llegada añil con alas de tristeza
modelo de azulejos
novia de mil perros
morena sin talante
con Castro en los destinos
y una garantía de relación contra reloj.
Innumerables
Innumerables
perlas de besos que engarzas en mi vida
para que haga un camino de pavimento fino
extendiendo en tu lluvia
el manto
de mi corazón.
Un cansancio sospechoso
Después de verte
me masturbaré
recordando
el pliegue de tu vestido malva
cayendo, cediendo
al peso de tus pechos liberados.
Dibujaré el flequillo
más rubio, más salvaje;
subiré cinco dedos
los bajos de tu falda,
cinco dedos
explorarán tu sexo
tras unas bragas
que quiero que sean negras.
Entre tus piernas
perderé la memoria
bañándome en la sangre
de tu similitud.
Humana entre las divas
ni siquiera sonríes
ni gimes
ni me hablas.
El poema se pierde,
me vence el sueño
y caigo en tu vientre
como en bandoneón
plegándose
plegándose
respira una sentencia
hasta hacerla infinita
y nuestros pies se engarzan
en la lucha sin fin
vertical y solemne
que agota el pensamiento
hasta llegar al fin.
Un cansancio sospechoso
mis manos sudan
pero no es como siempre.
mis ojos dudan
de forma diferente.
tiemblo.
no sé cómo seguir.
no sé salir de aquí,
de esta vivienda muerta,
tumba voluntaria que convertí en luz.
mis de dos ya no hablan
de ti.
ya no dicen te amo.
ya sólo desean
deshacerse de tu cuerpo
pero no sé qué hacer para
no parecer cansado,
que registren mi coche,
abran la vida muerta
y descubran
toda la falsedad
de este poema.
Un cansancio sospechoso
Quiso leerme pero no pudo
porque pasó la noche
prendida de la botella.
El alcohol abría en sus venas
ríos de soledad,
muerte en la vida,
miseria.
Quiso leerme y yo ya era poesía
que sus ojos nublados
no deseaban.
Un llanto en sus mejillas
crispaba su agonía
lenta
cansada y lenta.
Un cansancio sospechoso
El café.
El segundo café.
Suenan campanas.
Vienen rubias que se sientan,
se sientan frente a mí,
miro bajo sus faldas buscando una respuesta
y sólo encuentro carne,
rosada dinamita
de padres europeos
que guarda entre sus piernas
mi agotamiento.
Un cansancio sospechoso
alimentado de tu recuerdo
húmedo en mis dedos.
Un cansancio sospechoso
Una espalda camina en la resignación
bajo la luna de lino de la noche
en la que hollé el violín suculento de tu cuerpo
cuya música
me abrió
guitarra que de ilusión se hizo cerebro
amaneciendo a la desconfianza
de un hércules que devora sus hijos
los escupe
lanza gritos de
amenaza
como luz sin horario al filo del paso del mal.
Un hombre atravesó el desierto
estoy casada, ¿lo entiendes?
y la policía no es tonta y lo saben todo.
no quiero criar al niño sola
y no dices nada
¡no dices nada!.
sólo con tus amigos o con mujeres malas
y no voy a estar en casa siempre
para que llegues y me pegues
¿lo entiendes?
ya no aguanto este silencio tuyo
que es como un viaje en el desierto
mientras las facturas se acumulan en la casa
pero tú no haces nada
y yo quiero otra cosa.
quiero ser una mujer
que sienta en su pecho una mano limpia
¿lo entiendes?
voy a gritar que ya no me quieres
que ya no me quieres
y lo he vivido todo, ¿lo entiendes?
y puedo volver, siempre puedo volver
a casa de mis padres
a decirles
que ya nunca
te levantas
de la tumba.