Volar

Me gustan las minifaldas
con tantas piernas colgantes
que llegan hasta el suelo
creando un cielo de nubes en sexo
que me trae a la mente
el recuerdo

¿para qué quiero volar?
prolongarme hasta lo alto de tu infancia
al fondo mismo de tu cirujía
y quedarme

quedarme a tu lado entre tus ojos
metido en tu cerebro bailarín
con esa minifalda de neuronas
que hace para ti palabra eterna:
Tolerancia.

recuerdo que quiero volar y que tú vueles
al culo de mi espíritu
donde se clavan mis uñas
frente un cricifijo para amarnos
donde no llega la música
la pena
el dolor

tus labios y los míos
exploran las nubes del amor
roto de sexo y taxis
mientras 67 se desparrama en la vereda
por no saber
volar

Volar

    Sin vos volando por el salón de la casa
    como si fuera un aeropuerto internacional
    yo no hubiera podido concebir
    que el destino de la poesía era volar.
    Miguel Oscar Menassa.

Camino de la plaza arde el misterio
de sombras y de miedo
de alegres sombras tristes
que te extrañan
acá, en esta distancia.

Ya no vadeáis el campo enamorado
rubor anochecido con facturas
alegre alegre y triste
entre volandos
de tus dientes de olvido
risas de ñil arqueando el tiempo
que tarda en llegar al vuelo de londres a tu piel.

Te amo y no te olvido un instante
al paso de mis lápices
por papel verruguilla en flor.

Y no hay más que decir.

Buenos Aires

Española, inglesa, libertaria
pasaste tu tiempo guerreando
independiente, universal y proletaria
rebosas
besando el globo con tu gente
que nos abraza
nos puebla
nos crece
nos pasa la llama prometeica.
Gloria impura del mar y de la tierra
que has regado de sangre tus veredas
y has amamantado mil poetas
pues rezuman tus aceras la palabra
verbo de dios que te hizo única
federal, argentina, revoltosa
Sóplanos tu espíritu
porque necesitamos
aires nuevos
buenos aires.

Buenos Aires

Mi Buenos Aires querido
cuando yo te vuelva a ver.

Me robaste hijodeputa
me robaste
una vida por nacer
conocer
tu centro plaza de las madres
de la muerte
dura
de la represión
dura
que nos robó a todos
todo.
Me garchaste al pedo, boludo
por el orto un clavo ardiendo
de palabros nuevos.
Me viajaste volando
sobre el estadio del boca
a los redondos de chicota
entre rayuela y mosquera.
Mas ahora sos vos quien me aguarda
allá en la plata
roncando
tanta guagua entre las cuadras,
tanto chancho
pisoteando mis poemas
y yo,
yo que me vuelvo más yo
de pensarlo.
Pensar que tangaste pureza gallega
y me enlodaste
de timbre y alma
para no ser yo sin vos ya nunca más

    no
    yo
    sin
    vos.

Esto no es una broma