Creatividad de un anuncio de Viagra

V      C      L

I      I      E

A      A      V

G      L      I

R      I      T

A      S      R

              A

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Hoy me ha sorprendido la creatividad de los anuncios de Spam. Sí, parece mentira poder encontrarse algo próximo a la poesía visual en una publicidad de este tipo. Pero bueno, si me paro a recordar, ya me había llamado la atención las diferentes formas que tienen de saltarse las restricciones de los filtros antispam modificando letras por números y otras que seguro que conocemos.
La creatividad utilizada con una finalidad poco poética no es quizá lo que más me gusta, por no decir que no me interesa mucho, pero lo que sí puedo decir es que es creativa. Perogrulladas aparte, la dificultad que ha supuesto para estas campañas los filtros holísticos ha demostrado no ser invulnerable. Es una guerra sin final entre el no y el sí.
Siempre es la misma guerra. Parece.
No es un poema. Es sólo un ingenioso anuncio de pastillas. Utiliza los hallazgos de la poesía tipográfica o concreta. Esto, al menos, demuestra que hay hallazgos, casi podríamos hablar de progreso, en poesía: ¿La convierte esto en una ciencia o una técnica?
Desde hace tiempo me planteo la necesidad de permanecer en un eterno lugar de experimentación, de búsqueda sin objetivo, una actitud, como diría Rafael Lamata o Isidoro Valcárcel Medina, más que un acto. Esta búsqueda me hace sentir en ocasiones una especie de dispersión, de labrar selvas, de avanzar por caminos trillados o intentar construir puentes en acantilados del océano. Es una búsqueda poco eficaz, asociada al fracaso (tal como se entiende habitualmente el éxito) pero desde luego alejadísima de la frustración, de la castración, de la autocensura.
Si algo me sobrecoge personalmente de la actitud creativa es la libertad. La libertad absoluta y ejercida. La libertad es para mí la base de la humanidad. Ya lo he contado hace un par de días en la entrada referente a la pareja y la libertad. La libertad hace al hombre estar vivo, la libertad hace que la vida merezca la pena ser vivida, la libertad es lo que ha de ser buscado y ejercido en esa búsqueda, la libertad es algo no por definir, sino por vivir, por hacer, por crear. La libertad es una creación y la creación, cuando es libre, es poesía.
Sebastián Arce y Mariana Montes son creativos: Crean. Me interesa. No su habilidad técnica, más o menos imitable, incluso programable. Su capacidad para renegar de su pasado, para inventar su futuro y con ello el de los que les desean seguir me interesa. Son creadores de tendencias, pero las tendencias son otra cosa, son algo comercial o, cuando menos, basado en la popularidad, el prestigio, el marketing. La creación de tendencias me parece digna, pero lo que realmente me interesa es la creación: se sienten libres y lo de-muestran. A pesar de que este señor no me cae muy bien, respeto su trabajo y admiro su libertad creativa. De hecho, echo de menos que esta actitud no prolifere. Pero claro, la realidad, que no es sólo un bar, hace que nos sintamos incapaces de ser libres, incapaces de creer en nuestras creaciones, en nuestra voluntad libre y acabamos imitándoles, creyendo que creamos: craso error. Pero… ¿qué nos impide ser libres? ¿qué nos impide ser creativos?
El miedo.
Pero eso es otro tema.

Esto no es una broma