Entre Hecho y Opinión está el poema

hecho, cha.  (Del part. irreg. de hacer; lat. factus).  1. adj. Acabado, maduro. Hombre, árbol, vino hecho.  2. adj. semejante (? que semeja). Hecho UN león, UN basilisco. Hecha UNA fiera.  3. adj. Dicho de una persona: constituida (? compuesta). Hombre BIEN hecho. Personas MAL hechas.  4. m. Acción u obra.  5. m. Cosa que sucede. 6. m. Asunto o materia de que se trata.  ~ consumado.   1. m. Acción que se ha llevado a cabo, adelantándose a cualquier evento que pudiera dificultarla o impedirla.  hecho de armas.   1. m. Hazaña o acción señalada en la guerra.  hecho imponible.   1. m. Der. Situación o circunstancia que origina la obligación legal de contribuir y sobre la que se aplica el tributo.  ~ jurídico.   1. m. Der. El que tiene consecuencias jurídicas.  ~ probado.   1. m. Der. El que como tal se declara en las sentencias.  Hechos de los Apóstoles.   1. m. pl. Quinto libro del Nuevo Testamento, escrito por San Lucas.  a hecho.   1. loc. adv. Seguidamente, sin interrupción hasta concluir.  2. loc. adv. En conjunto, sin distinción ni diferencia.  de hecho.   1. loc. adv. Efectivamente.  2. loc. adv. De veras, con eficacia y buena voluntad.  3. loc. adj. Que no se ajusta a una norma o prescripción legal previa. Situación de hecho. U. t. c. loc. adv. No esperaremos una resolución, procederemos de hecho.  de hecho y de derecho.   1. loc. adj. Que, además de existir o proceder, existe o procede legítimamente.  en hecho de verdad.   1. loc. adv. Real y verdaderamente.  eso está ~.  1. expr. coloq. U. para indicar que algo se puede considerar tan seguro como si ya se hubiera realizado.  esto es ~.   1. expr. U. para dar a entender haberse ya verificado enteramente o consumado algo.  hacer alguien su hecho.   1. loc. verb. hacer su negocio.  Hecho.   1. interj. vale (? expresión de asentimiento o conformidad).  ~ y derecho.   1. loc. adj. Dicho de una persona: Cabal, excelente.  2. loc. adj. Dicho de una cosa: Ejecutada cumplidamente.  3. loc. adj. Real y verdadero.  4. loc. adj. Dicho de una persona: Instruida o versada en alguna facultad.  ya está hecho.   1. expr. U. para manifestar conformidad con algo ya irremediable.

opinión. (Del lat. opin?o, -?nis). 1. f. Dictamen o juicio que se forma de algo cuestionable. 2. f. Fama o concepto en que se tiene a alguien o algo. ~ pública. 1. f. Sentir o estimación en que coincide la generalidad de las personas acerca de asuntos determinados. andar alguien en opiniones. 1. loc. verb. Estar puesto en duda su crédito o estimación. casarse alguien con su ~. 1. loc. verb. coloq. casarse con su dictamen.

Un poema es un hecho, en mi opinión.
Un hecho puede ser un poema.
Una opinión puede ser un poema.
Ambas cosas son parte de la interpretación de la realidad.
Ambas cosas son hacedoras de realidad.
Hecho: La realidad es un poema, en mi opinión.

Epojé

El poeta, si no es un poeta de verdad, tiene que repetirse sin descanso “no sé”
Wislawa Szymborska
(Discurso de recepción del premio Nobel de Literatura)

Con todo mi respeto para la gran poeta polaca, me pregunto:
¿Ella como sabe lo que ha de repetirse el poeta?

Yo, por mi parte, tan sólo me pregunto ¿soy un poeta de verdad? ¿soy de verdad? ¿soy? ¿?

Hoy tuve un sueño

Soñé que me dormía
que mi mano se dormía
que mi mente se dormía
que mi pene se dormía
que mi ano se dormía
que mi uña se dormía
que mi pelo se dormía
que mi estómago se dormía
que mi hígado se dormía
que mi corazón se dormía
que mi dentadura se dormía
que mi codo se dormía
que mi hombro se dormía
que mi ingle se dormía
que mi nariz se dormía
que mi lengua se dormía
que mi piel se dormía
que mi traquea se dormía
que mi colon se dormía
que mi sueño se dormía.
Soñé que me moría.

Un mínimo derecho a la intimidad

Está claro que hay personajes públicos que exhiben su vida por placer que circula entre lo patológico y lo exhibicionista y hacen las delicias de los consumidores de tele-basura porque no puede ser calificada de otro modo. Estos programas en los que se desmenuzan sus vergüenzas sociales para el entretenimiento de unos telespectadores que, acostumbrados a realitys y demás intrusiones en la intimidad de las personas, lo escuchan sin sobrecogerse.
A mí me produce cierta urticaria, algo enfermo, algo que siento que me contagia aunque no sea por ingestión directa, afectando a mi entorno que cada día parece estar menos sano. Y esa insania la pago yo y la pagamos los que no deseamos matar nuestras neuronas con esta apoplejía social.
No quiero ahondar en la posible comparación entre este hábito y el del consumo de sustancias que envenenan la respiración, porque aparentemente uno se mueve en un terreno físico (humo-pulmones) y el otro en un terreno psíquico (telebasura-mente). Digo aparentemente porque, en realidad, es infundada esa separación cuerpo-alma. Pero, vale, voy a dejar esta cuestión para otro día.
Lo que me parece excesivo es que un periódico más o menos digno (El País) publique en sus páginas el parte médico de un hospital en el que han ingresado a la ínclita presidenta de la comunidad de madrid. ¿No nos estamos pasando? Es un personaje público por exigencias del guión, por decirlo así. ¿No debería haber un mínimo respeto por el hecho de que su estado de salud, que es relevante, debe ser íntimo si no afecta al ejercicio de sus funciones?
Y lo más grave es que lo leemos.
Lo leemos para informarnos.
Pero esa información es humana, individual, privada, no política ni social.
Ay, qué grave está el mundo y qué pocos esfuerzos se realizan para curarlo.

Libia

Hoy no soy muy optimista, pero es que los aviones bombardean manifestaciones en Libia y Europa tan sólo dice que ese señor es muy malo. Bien.
¿Para qué existe una Unión Europea? Deja bien patente cada día que su finalidad es exclusivamente la que tuvo en sus orígenes: Comunidad Económica Europea. Remarco: Económica. No se habló ni se ha pretendido nunca que sea una Comunidad Social, una Comunidad Cultural, una Comunidad Política.
La preocupación europea es si Libia amenaza al suministro del preciado oro negro. De si puede provocar un aumento del precio del petróleo, de si nuestra economía se resentirá. ¡Ah! y la inmigración. ¿Habrá oleada de inmigrantes?
Siento vergüenza de ser europeo.
¿Merece la pena votar en una parodia de democracia representativa en las elecciones al Parlamento Europeo? Cada día que pasa, cada conflicto que encuentro en los medios, siento que la respuesta no está en esas votaciones nacionalistas, en las que los distintos representantes se empeñan en defender los privilegios de sus feudos. ¡Qué penoso!

Europa, Europa, Europa,
despierta, levántate,
emerge en un mundo que te necesita y al que necesitas.
Europa, Europa, Europa,
vuelve a ser el faro de valores que alguna vez pudiste ser,
recupéralos para ti, para nosotros, para ellos.
Europa, Europa, Europa,
sé, defínete, cree en ti,
si eso, sin tu propia confianza, nunca habrá
Europa, Europa, Europa.

La Esperanza de Esperanza

Ayer me sorprendió la noticia de que la presidenta de la Comunidad de Madrid anunciara su próxima operación de Cáncer de mama. No es muy común que sepamos tan claramente lo que pasa en la salud de nuestros dirigentes.
He de reconocer que no sentí demasiada empatía, ni siquiera un poquito de compasión, aunque tampoco es que me alegrase de su desgracia. ¿Qué le voy a hacer? No se granjea precisamente simpatías.
Pero luego lancé una segunda pensada al asunto y me di cuenta de lo triste de la situación: es posible que no gane, por esto, las próximas elecciones. No lo lamento, no. Pero sí lamento el porqué creo que no las ganará.
Ayer comparé el futurible fracaso de su candidatura con el estrepitoso debacle de McCain en EEUU. Nadie quería votar a un presidente que posiblemente no acabaría vivo su mandato. Y un importante sector de los republicanos no ve con buenos ojos a la “Esperanza” del partido, a la peligrosa por radical Sarah Palin que, supuestamente, en caso de fallecimiento del presidente, habría ocupado el cargo y desempeñado sus funciones. Las de la presidencia de un país hasta hace poco considerado omnipotente.
Me resulta penoso pensar que los madrileños seguirían votando en mayoría un modelo de sociedad neoliberal insolidario, especulativo, privatizante, que supone el desmantelamiento del estado de bienestar de manera drástica, excepto para quienes tengan la capacidad económica de mantenérselo en privado, un modelo hipócrita y racista, que a veces se viste de modernidad para, rascando, oler a rancio franquismo dictatorial, un modelo católico nacionalista, que genera a cada momento mayores desigualdades sociales dentro de una misma comunidad, que apuesta, no por la repartición de la riqueza, sino por la generación de riqueza aunque no esté distribuida horizontal, sino verticalmente.
Veo y siento cómo desaparecen los colegios públicos o cómo se reduce su calidad, quedando relegados a lugares donde se forman los inmigrantes, hasta el punto de que profesores de educación pública llevan, si pueden, sus hijos a colegios privados. Veo cómo se ha entrado en una crítica injustificada de la seguridad social y su atención médica, de manera que sea razonable prescindir de parte de sus servicios, sustituyéndolos, para quienes puedan pagarla, por sanidad privada (que, cuando quiebra o estafa no puede ser más que ligeramente sancionada, como es el caso de la Sociedad Médica Ferroviaria, por ejemplo). Las carreteras de acceso a la ciudad se fortalecen con autopistas de peaje, pero se dice que se apuesta por un transporte público que siempre funciona insuficientemente para la densidad de población de la capital, que aumenta de precios continuamente desde hace años, haciendo mucho más rentable el transporte privado.
La Comunidad Autónoma de Madrid es algo un tanto artificial, razonable, pero artificial. Es razonable que, dado el centralismo de un país como España, Madrid esté parcialmente aislado de otras comunidades a las que habría expoliado para repartir los recursos asignables.
Es también interesante que la presidencia de la comunidad mantenga un diálogo exigente con el ayuntamiento faraónico de la capital. Y, aunque sólo sea por cuestiones aparentemente personales, parece que así es, incluso entre Gallardón y Aguirre, miembros del mismo partido político.
Tampoco creo que Esperanza Aguirre sea la única responsable del modelo económico que nos creemos como irreemplazable, pero sí es una de las más duras defensoras de un modelo que juzgo indeseable.
Claro que es mi opinión. Faltaría más. Esto es mi blog.
Ahora, puede que otros partidos tengan alguna posibilidad de competir con el dominio mediático que se aseguró de dominar el equipo de Esperanza, con una Telemadrid tan panfletaria que resulta irrisoria, con una asociación bien orquestada de la publicidad de la comunidad con la propaganda del partido. Si Goebbles levantase la cabeza estaría tan orgulloso de saber cuánta gente le secunda y le utiliza…
Pero, ¿por qué convence y motiva su modelo?
Creemos en la posibilidad de salvarse sin mirar atrás, salvarse sin pensar en el futuro, el éxito es ahora o nunca, no hay más que lograr sobresalir para dejar de sufrir. Y todo está justificado para mejorar las condiciones económicas propias y de la propia familia. Y la familia es lo importante, lo único importante. No la comunidad en la que habita, sino sólo y exclusivamente el núcleo familiar.
Poco a poco irá transformándose el concepto de familia (espero) y la insolidaridad irá disminuyendo… quiero creer.

No soy fotógrafo

Ayer no escribí mi entrada en este blog. En parte porque estuve haciendo fotos de Tango a Carmen con su pareja actual, Robert. No creo que salieran muy bien. Es más, tengo la sensación de que les hice perder el tiempo haciéndoles creer que tengo capacidad para hacer algo como eso.
Comencé por hacerle fotos a Carmen sola, pero no sabía muy bien qué sugerirle para obtener los mejores resultados. Sí sé que le indiqué que por favor se estuviese quieta, yo me movería por el espacio alrededor de ella buscando mirar de maneras diferentes a algo que se mantenía estático.
Obtuve algunos buenos detalles, pero poco más. Tampoco tenía una buena cámara, ni una buena iluminación, ni una modelo profesional. La sala era bastante neutra, con mi querido fondo de telón negro, que tan suculentos resultados da habitualmente.
Tarde llegó Robert.
Seguí haciéndoles fotos proponiéndoles posturas, abrazos, vestuario. Pero por la tarde vi las fotos. La mayoría de ellas están mal. La inmensa mayoría. Quemadas. Queda patente mi desconocimiento de la técnica fotográfica mínima para no hacer perder a la gente el tiempo pensando que van a obtenerse resultados dignos.
Yo creía que podía, creía que iban a aprovecharse un promedio del 5% de las fotos realizadas. Salvo las de detalles, apenas son aprovechables el 1%. Quizá manipulándolas, editando los originales y reduciendo los brillos… o sea que perdiendo más tiempo mío y, quizá, algo del suyo puedo conseguir llegar al 3% de fotos dignas. Hice más de 400 fotos. Quizá puedan obtener 10 fotos útiles.
No sé porqué me meto en camisas de once varas. Frase, entre otras cosas, tan divertida!

Paraguas

Qué fragilidad la de un paraguas que es dejado en un cubo de basura, después de habernos servido bien. Es un objeto algo perverso, que puede aniquilar a más de uno. Cuando Madrid se llena de paraguas la ciudad se vuelve difícil de transitar caminando. Debería ser habilitado un carril paraguas, igual que un carril bici o un carril perro.
Ya que demostramos ser incapaces (según dicen) de llegar a una convivencia pacífica que debe ser constantemente regulada, reglamentada, como en el caso de la famosa ley antitabaco (en lugares públicos, matizo), parece razonable lo absurdo: que regulemos todo lo que pueda ser causa de daños a terceros sin cesar hasta caer en los ridículos mencionados… aunque quizá algún día no parezcan tan ridículos.
En el mundo de las milongas (donde se baila tango social) cada vez hay más preocupación al respecto del respeto: se habla sin parar de la necesidad de respetar la circulación, de no golpear, de evitar confrontaciones con el otro, de no dañar a nadie en lo más mínimo. Y me parece razonable… hasta un punto.
El respeto nunca estará relacionado con la prohibición, con la obligación ni con nada coercitivo. El respeto debe partir siempre de la mirada hacia la otredad, pero por ambas partes, sabiendo que debe convivir con una tolerancia que se demuestra en la molestia, no en la no molestia, no soy tolerante o no demuestro serlo cuando algo no me molesta y lo aguanto, sino, al contrario, cuando algo me molesta y lo aguanto.
Pero ¿cuánto he de aguantar? ¿cuándo debo pasar a ser intolerante?
No tengo la respuesta.
Pero sé que tiene que ver con la flexibilidad, con la capacidad para la convivencia… y no sé tampoco cómo se puede enseñar esto. ¡Qué poco sé!
Pero algo sé al respecto: la inflexibilidad y la intolerancia, la prohibición y la obligación, también enseñan; enseñan que no es preciso aprender a respetar ni convivir, que es algo que ya nos dirán (¿quienes?) cómo hacer.

Y yo en este artículo pretendía hablar de la crisis y la metáfora de un objeto desechable como paradigma de la cultura del derroche, del consumo encadenante, de la falta de conciencia… pero claro, hemos llegado a otro punto en el que la falta de conciencia es evidente.
Y seguimos.
Y seguimos.
Y seguimos.

Matemáticas es el lenguaje en el que se expresa el universo

Hoy le he dicho a una alumna de clases particulares de la ESO esta expresión y la he atribuido equivocadamente a Einstein. Ya me extrañaba. Es una paráfrasis de una cita de Galileo Galilei que dice, completa:

El Universo está escrito en el lenguaje de las matemáticas y sus caracteres son triángulos, círculos y otras figuras geométricas, sin las cuales es humanamente imposible entender una sola de sus palabras. Sin ese lenguaje, navegamos en un oscuro laberinto.

Y luego me quedé pensando que habría que corregirla un poco, tan sólo un poco, quizá matizando qué entendemos por Universo, pero al mismo tiempo qué entendemos por Lenguaje y, por último, qué son las Matemáticas.
Este Universo del que habla Galileo es poco menos que un mecano más o menos montado por un desconocido demiurgo y que no nos habla, pero que sí podemos intentar leer o decodificar. Pero aquí aparece otro factor a tener en cuenta: somos nosotros quienes lo necesitamos entender o traducir. El universo no necesita ser traducido ni entendido por nosotros. ¿O sí? Pero puede que el universo sea una entelequia que hemos construido con el lenguaje de las matemáticas. De ahí que esté escrito en ese idioma. Es más, si no tuviésemos las matemáticas, cabría cuestionarse en qué lenguaje funcionaría nuestra mente.
Lenguaje y matemáticas son dos de mis aficiones, afectos, a los que dedico y he dedicado mi vida. Con ellos quiero aprehender el universo, el uni-verso, el poema… y con esto llegamos al quit de la question.
La Poesía la entiendo como una extensión de las matemáticas que permiten no solo explicar el universo, sino construirlo. Universos poéticos en los que el lenguaje pueda desarrollarse hasta ser libre absolutamente, feliz, sin fronteras, sin trabas, incluyendo todo lo que existe y lo que puede existir alguna vez, en las mentes, en los espíritus, en las almas, más allá de las físicas, las químicas, expandiendo las exactas para abarcar la inexactitud, la lógica no bi-evaluada, la lógica ilógica, la lógica del amor, de la pasión, del odio, de la vida no genética, de la vida más allá de la materia, la energía y otros conceptos físicos más o menos definidos con lo limitado de unas matemáticas que no han incluido aún los números poéticos.
Para mí, la Poesía y los números poéticos vendrán a ser algo así como la inclusión de los números reales en el más grande conjunto de números complejos que incluyen una bonita parte imaginaria. ¡Qué bellos números! Ya los Reales incluyeron racionales e irracionales.
Ha llegado la hora de incluir todo número en la Poesía, en el conjunto denso de los números Poéticos, incluir los Complejos y los sentidos, los números no expresables en dígitos, dando una tercera dimensión al conjunto para poder representarlos. Pero una dimensión no lineal, una dimensión ilusoria, imaginara, fantástica, que permita tener infinitos infinitos de infinitos.

El 3 es un poema.
El 3.12 es un poema.
El √(3.12) es un poema.
El 3 + √(-1) es un poema.
El A – i + 3.12 es un poema.
El √Amor – 3.12 es un poema.
Tu y yo. Somos sendos poemas.
El Universo… ahora sí, es mi poema favorito.

No me lee nadie

Esto tiene parte del encanto de lo que andaba buscando. No me gusta la excesiva publicidad que dan las redes sociales a un mensaje que, en ocasiones, está pensado para ser digerido con calma, con sosiego, con ganas.
Hace tiempo Google se comió Internet después de su batalla con MicroSoft por controlar o dominar la red. Ahora le está tocando el turno a FaceBook. Me duele ver cómo la gente confunde y confundía Internet con una minúscula parte de ella, con un único servicio.
Buscan en Google una dirección que conocen. Microsoft apostó (y sigue) por un modelo que no va a ninguna parte: sus programas de oficina y sus sistemas operativos serán del pasado en unos pocos años, pronto la gente tendrá como página principal de sus navegadores a FaceBook (otra empresa privada queriendo capitanear una nave pública) y lo que no esté en FaceBook no está “conectado”.
Ni siquiera muchos parecen saber que Internet y Web no son en absoluto sinónimos. Internet es una red (basada en un determinado protocolo de asignación de direcciones). Web es un protocolo que sustenta aplicaciones (HTTP). (Ay, mis queridas capas del modelo TCP/IP) Pero como a muchos no les importan las palabras, se producen confusiones. Está bien, no es necesario ser preciso… salvo si vas a legislar, claro.
Volviendo al tema, casi nadie está leyendo este blog porque no le he dado publicidad y quizá también porque quiero que sea más un libro que un blog. No es casualidad que esté tecleando estas entradas antes en un programa de edición de textos y luego copiando y pegando en el formulario correspondiente de la gestión del blog. Lo que, entre otras cosas, me permite una revisión adicional ortográfica, gramatical, de contenido. Este cuaderno de bitácora, antes que bitácora es cuaderno. Y como tal quiero que se lea con calma, con dedicación, con atención a las palabras. Y es que hay muchas palabras, pero así es… soy escritor, no soy publicista, ni hacedor de imágenes. Y no voy a disculparme por ello. Lo más grave que puede ocurrir es que, dada la nueva manera de procesar información, mucho más visual, me quede obsoleto. No importa mucho. Pero quiero seguir defendiendo mi sector. ¿No es lo que hacen los hacedores de objetos conteniendo películas o música?
Esta falta de atención de los demás es importante, es necesaria para gestar algo con independencia, con libertad de palabra, sin tener que preocuparse por la corrección política, sin tener que ocuparse en responder a conocidos en exceso. Es un poco como lo de apagar el teléfono o el telefonillo para poder trabajar en casa. Es difícil concentrarse atendiendo todas las interrupciones de la vida social. Esto lo sabe cualquier empresa que procura tener a sus trabajadores en un lugar más o menos aislado del mundo exterior. Pero ¿cómo se hace cuando se trabaja en casa? Y más aún, ¿cómo se hace en una red que presume de ser Social?
De momento, me vale con recordar que Internet es una red, que hay muchas más cosas que FaceBook o similares (que uso, no estoy criticándolo) en la misma que pueden sernos útiles para fomentar la creación y la publicación sin un exceso de publicidad (carácter público).
Me alegra haber apostado por este formato de blog incrustado en mi propia web, alojado en mi propio espacio de hosting. Es una forma discreta, pero pública, carente de publicidad mientras no quiera dársela y con un grado máximo de personalización estética, facilitando, al mismo tiempo, una interfaz sencilla para introducir textos diariamente sin tener que editar páginas web. Seguiré haciéndolo. Me está gustando.

Esto no es una broma