Populismos

Los tiempos no cambian
Encontré la foto de la derecha en El País, ayer, y no pude por menos que recordar lo que había hecho Manuel Fraga Iribarne en un año antes de que yo naciese.

Compuse este díptico al modo de los Antes / Después de los adelgazantes y similares, para mostrar que el paso del tiempo sólo ha teñido de color la imagen, pero que la actitud sigue siendo la misma: yo me baño así que no hay peligro / yo me como un pepino así que no hay peligro. De 1966 a 2011. Han pasado 45 años y todo parece seguir igual o camino de serlo. Terrorífico.

Entonces era Ministro de Información y Turismo durante la confiscación de gobierno llevada a cabo durante 40 años por Francisco Franco, al que recientemente se intenta, desde la Academia de la Historia, dejar de llamar dictador. Tiempo después, Fraga, fundó Alianza Popular que acabó llamándose, acertadamente desde un punto de vista estratégico, Partido Popular. Esta diferencia entre Alianza y Partido hace creer que es unitario, que no son un grupo diverso de pensamientos más o menos próximos cuyo único interés de base es impedir que gobierne un partido de izquierdas como el PSOE o algo peor

Suya es la perla, en 2007, en unas declaraciones a El Faro de Vigo, donde comparó a Franco con Napoleón, afirmando que «el franquismo ha sentado las bases para una España con más orden«. ¿Cómo no se prohíbe su partido que no ha condenado el terrorismo de estado producido en este país durante cuarenta años con la Ley de Partidos?

Ahora Mariano Rajoy, otro gallego, toma el relevo de las acciones populistas de su antecesor, también siendo ministro de Interior (como lo fue de Gobernación el señor Fraga), durante un año y otros cargos parecidos de duración breve… no se sabe si por su ineptitud o por su gran eficacia para realizar su trabajo en tan poco tiempo.

En breve, da miedo pensarlo, este populista de la «nueva» derecha, será el presidente del gobierno.

Obvio decir que los populismos no son sólo de los partidos de derechas, (ahí están los varios ejemplos que uno puede encontrar en latinoamérica) y que suele tratarse como estúpidos a los ciudadanos desde todos los ángulos. Pero si los ciudadanos no hacemos nada al respecto en las urnas, ni en ningún otro contexto, salvo las manifestaciones de cientos de miles de personas (muchas menos que las que salen a la calle en el caso de la victoria de un equipo de fútbol), me temo que es razonable pensar que, efectivamente, somos estúpidos y fácilmente manipulables.

Cómanse un pepino a mi salud, que no necesita de su «sacrifico«.

Entre el miedo y la bruma

Late mi corazón
desesperado
galopando

despacio
muy despacio

en un intento
desesperado
de calmarse.

Hoy visito al cirujano del aparato digestivo
que siempre sostiene que me estoy curando
desde hace casi un año
y
no
me
curo.

Hoy a las 12:20 tengo consulta
que siempre es puntual y diligente
para decirme si debo seguir más
tratamientos
o dejar que la naturaleza
haga el resto.

Hoy es otro día
desesperado
por no poder controlar
todo en mi vida
creyendo que se puede
que debería poder
que soy distinto
o que la vida debe ser perfecta
o no ser.

Hoy llevaré mi alma en la mano
para pedirle que sea muy concreto
porque no me valen sus frases optimistas
ni su aliento ambiguo en mi memoria.

Late mi corazón
desesperado
desde la planta de mis pies
a mi nariz
desde la uña de mano izquierda
al manguito rotador
de mi hombro diestro.

Soy todo corazón
(desesperado)
en espera de noticias
terminales.

Esto no es una broma