Homeless

Trivializo sobre el hecho de que tengo dinero suficiente para abordar una obra que me obliga a dormir fuera de casa. Parece que en estos tiempos críticos no está bien visto trivializar sobre ninguna cosa. Todo es serio, muy serio, tan serio que puedo decir tres veces seguidas sin reírme tururú pajaritos, tururú pajaritos, tururú pajaritos.

Trivializo porque creo que ha llegado el momento de hacerlo cada vez con más frecuencia. Aunque sea duro para muchos, aunque pueda herir sensibilidades de los más desfavorecidos, pero teniendo en cuenta, sin embargo, la necesidad de banalización de una inmensa mayoría de sufridores de una crisis que no reconocen haber provocado.

Trivializo porque está de moda, está de moda simplificar para culpabilizar banqueros, a presidentes de países nórdicos, a funcionarios, al otro, siempre al otro, con las responsabilidades que asumir sería durísimo.

Trivializo porque estoy cansado de ser tan tremendamente coherente como para no poder actuar, llevado a un epojé paralizante que siempre me ha caracterizado; creo.

Hay que decir esto está bien. Esto está mal. Niño, caca. Caca Culo Pedo Pis. Y no, no me da la gana…

Así que trivializo.

Y punto… o no.

Esto no es una broma