Comienzos

Después del verano
y del veraneo
y de escapar de madrid
para volver a madrid
sin tener en madrid
un lugar para dormir.

Después del calor
y del recalor
de estar más quemado que una pipa
aunque no sea una pipa
o después de volver
como siempre volver
a esta ciudad
que me quiere
que quiero
que quiero tanto y duele
aunque ya no hay dolor
ni redolor.

Después de pensar en abandonar
en pasar página a pasar páginas
e incluso ayudar a pasar páginas
para pasar páginas
y páginas.

Después de todo
detodo
después
vuelvo a volver:
me revuelvo.

Y en ese giro taurino me lanzo a un nuevo invento, una nueva mirada a un mundo que siempre ha sido viejo, como yo.
En ese giro miro mi espalda y a mi espalda y me sigan o no seguiré andando.
En ese giro casi me mareo y pierdo el equilibrio y caigo
a una cascada de autocompasión absurda. Pero el casi lo es todo.
En ese giro, de 360º, nada cambia, salvo que he dado la vuelta y he mirado. Ahora, toca contar lo que vi con la cabeza girando.

Esto no es una broma