Tenemos nuevo gobierno

Y en Madrid, de paso, tenemos nuevo alcalde o alcaldesa. Si es alcaldesa, me da por pensar que seguramente taladrará menos el suelo de la ciudad, sintiendo que esa necesidad que tenía el señor Gallardón, con todo mi respeto, era algo fálica, hombruna, sexualmente necesitada de penetraciones buscando un placer que no siempre se produce, casi violador de un suelo horadado hasta la saciedad de lo superfluo.

Me resulta interesante ver cómo, poco a poco, van ganando cota de poder político, al menos de cara a la galería, las mujeres, incluso en partidos con una base reacia a ello como lo es el partido popular que ha decidido tener en varios puestos importantes a personas como Soraya Sáenz de Santamaría, Esperanza Aguirre, la futurible alcaldesa de la capital, Ana Botella, a la que dicen que nadie ha elegido, tenemos a Rita Barberá, esa divertida estampa que presume de ser también alcaldesa… y en Castilla la Mancha a Maria Dolores de Cospedal.

Sin hacer alardes de igualdad, que serían de risa, teniendo en cuenta que en el verdadero poder, el económico, siguen siendo anecdóticas las mujeres, es relevante el hecho de que la vicepresidencia del país vaya a recaer, después de Teresa de la Vega, en otra mujer, mucho más fácilmente presidenciable, puesto que el señor Rajoy no parece estar para aguantar entera la legislatura, parece viejo y cansado… pero igual luego aguanta el abuelete… Y si se va, claro que ella también se irá. Es poco probable que dejasen gobernar el país a esta mujer, que además es joven.

Y con respecto a lo de que nadie ha elegido a Ana Botella, algo que he leído reiteradamente en diversos foros, siento discrepar y mucho: el sistema electoral actual es el de elegir partidos, no personas. Quienes aún no entiendan esto es que no comprenden el funcionamiento de la democracia española, pero no es verdad que no haya sido elegida: mayoritariamente, a mi pesar, el pueblo de Madrid ha dado su voto al partido popular, no entro a aquí a analizar algo que no acabo de entender, pero lo ha hecho. Que Gallardón haya sido hasta ahora su cara visible es solo una cuestión de marketing, pero no aceptar esto es no entender que no se vota a este señor, que este señor no gobierna en solitario, como ningún otro, sino con el consenso y apoyo político de su correspondiente partido, único al que verdaderamente en un sistema con listas cerradas, se elige democráticamente. O pseudemocráticamente, pero esto es otra cuestión.

En resumen, lo que más me impacta, y creo que no soy el único, es que Rajoy (¿seguro que ha sido él?) haya decidido rodearse de algunos ministros como el de economía, procedente ni más ni menos que de la directiva de Lehman Brothers. No hemos necesitado un golpe de estado técnico al estilo de Grecia o Italia, en nuestro caso, lo orquestamos directamente desde el poder elegido democráticamente, como venimos haciendo en esta débil democracia impuesta por un dictador aún no juzgado en una parodia de transición de la que, encima, nos sentimos orgullosos.

Lo que me impacta visualmente hasta no poder más es que este señor haya jurado su cargo en presencia de un rey (esto de la monarquía y la igualdad de todos los hombres es algo que no acabo de entender cómo pueden convivir) y frente a un crucifijo y una biblia. Pero ¿no presume Europa de no ser, como los países islámicos, aconfesional?

Debería estar absolutamente prohibida la posibilidad de realizar un juramento institucional bajo un símbolo que debería quedar bajo el ámbito puramente privado. No entiendo que esto no sea causa de revolución. No, no lo entiendo.

Así las cosas, me da igual que gobierne Rajoy, Zapatero, PSOE, PP o quien coño sea: las cosas no cambian. Este país es como es porque la gente de este país es como es. Nadie quiere cambiar. ¿Nadie?

tres de tres

17:30
salgo de casa
voy a dar una clase a una tal anita
de química
preparatoria para la selectividad
una clase privada que habíamos concertado
el día 14
hace
ayer
6 días
y recuerdo pedirle que me avisara
si había algún cambio de plan o anulación
sin necesidad de explicaciones
pero sí agradeciendo
que me tuviese en cuenta

18:00
su portero automático no responde
su teléfono está apagado o fuera de cobertura en este momento
quince minutos después
decido
irme

19:30
llego a El Manantial para juguetear a poeta
que coordina poetas
creando poesía
pero no viene nadie

20:00
me habían avisado casi todos
pero aún había posibilidad de que los que no hubiesen avisado
se presentasen
sin avisar
o no se presentasen
sin avisar
y no se presentaron
sin avisar
salvo un email enviado una hora antes
con buena intención

20:45
a punto de llorar
sintiéndome una auténtica mierda
un insignificante épsilon
de esos que nunca quise despreciar
(por algo)
esperaba a un exalumno
y busqué una forma de confirmar
su asistencia
llamándole
a un teléfono que está apagado o fuera de cobertura en este momento
o enviándole un SMS que no parecía llegar a su destino
y
finalmente
desde mi móvil
enviándole un email solicitándole una verificación
pero
unos minutos después
mientras esperaba bajo el manto de frío de la ciudad
con lágrimas en la garganta
me llegó un escueto mensaje
desde otro número de teléfono
diciéndome que no podía venir porque el trabajo le había retenido más de lo esperado
y que lo sentía
y yo contesté
ok
con un cierto deje de tristeza
mientras me encaminaba de regreso a casa
después de tres intentos fallidos de encontrarme con gente
que tuvieron serios motivos para ignorar
que habían quedado conmigo

me fui a dormir sintiendo
que no valgo una mierda
y que lo mejor que podría hacer
sería irme a vivir a un lugar
donde no habite
nadie
que pueda ignorarme
donde no habite
nadie

nadie.

Opinión sobre el Acción11MAD!

Hace unas semanas, Violeta Martínez me lanzó el guante con la siguiente propuesta:

Estoy haciendo una reseña sobre el Festival Acción!mad, que consiste también en contrastar opiniones, y me gustaría, si te parece, que me contases de forma anónima o no, qué acciones te interesaron más y algún comentario si fueras tan amable, también sugerencias para mejorar si tienes alguna.

He de reconocer que me ha costado escribir lo que quería decir, porque es algo crítico, quizá un tanto duro injustificadamente, pues no tengo en cuenta el esfuerzo de los artistas a los que he puesto a caer de un burro, como se diría burdamente; amén de haber despotricado, casi, contra las organizadoras, Nieves Correa y Yolanda Pérez Herreras, que sé que hacen todo lo que pueden y que dan mucho más de lo que yo he dado nunca por este arte. En el caso de Nieves, sé de su buen criterio para seleccionar artistas, así como sus habilidades para conseguir financiar un proyecto que, sin alguien como ella, habría desaparecido hace años. También del humor y la cualidad trabajadora de Yolanda, de su calidad como persona, afable y simpática, así como no dudo de la capacidad técnica de Fernando Baena, quien se encargó de registrar en soportes electrónicos el evento para la posteridad.

Después de pensarme muy mucho si quería decir lo que he dicho, me he lanzado irreflexivamente a contestar a Violeta con la más profunda sinceridad como bandera. Y ahí está lo que le he respondido:

Hola Violeta,

Perdona que haya tardado tanto en responder. Es más que probable que ya no necesites para nada mi opinión. Pero no quería dejar sin respuesta este email antes de irme de vacaciones…

No creo que haya visto este año todas la acciones que habría querido, por diversas cuestiones, entre otras porque la programación es extensa, cubre muchos horarios dispares y no siempre tengo tiempo para asistir a ellas.

He podido estar los 3 viernes que ha habido en el encuentro de este año, de ahí que solo me atreva a comentar (y con mucho pudor) las pocas cosas que vi:

Voy a ser bastante generalista, pero no porque no quiera comprometerme, sino, sobre todo, porque apenas recuerdo alguna de manera especial.

Cada día me interesan menos las acciones muy teatralizadas en las que predomina la puesta en escena más o menos grandilocuente sobre la ternura de la acción, la poética visual que en su día me atrajo especialmente de este lenguaje. Es algo personal, pero espero que una opinión sea eso, personal.

¿Quiere esto decir que lo que vi era muy teatral?

No, la verdad es que encontré que, como siempre, se elige con muy buen criterio a los artistas que se traen a este encuentro, labor que realiza magistralmente Nieves Correa, a quien no dejaré de agradecer su esfuerzo y dedicación en una empresa como esta.

El Viernes 11 de noviembre:

Me gustó la sencillez de Othman Fekraoui (Marruecos), en OffLimits, un espacio tan maravilloso para la performance que no puedo imaginar otro mejor, demostrando que este lenguaje sirve, entre otras cosas, para eliminar fronteras, aunque, como de costumbre, empiezo a estar hecho a la idea de que la participación del público de manera casi entretenida va a ser un ingrediente previsible de la acción, hasta el punto de que esperas que te ocurra que se acerque a ti el artista y te diga o sugiera que hagas algo, con lo que se establece un vínculo entre artista y público que, por un instante, siente que deja de ser público espectador para asumir un papel algo más activo.

Lamentablemente, por motivos personales que no vienen al caso, no pude quedarme al resto de acciones que nos permitían asomarnos a lo que está haciéndose tan cerca de nuestro país y, sin embargo, siempre visto con tanta distancia. De nuevo, aquí, mi enhorabuena a Nieves, por proponer este día dedicado a Marruecos, quizá coincidiendo con los recientes acontecimientos del norte de África (la famosa primavera árabe).

El Viernes 18 de noviembre: Ieke Trinks (Paises Bajos), Mathieu Bohet (Francia), Restauracja Europa (Polonia)

Me aburrí bastante con el postmodernismo multimedia de Ieke, a quien me gustaría entrevistar para conocer en profundidad su visión de su acción, que no dejó de interesarme por aburrida. Me pareció demasiado larga y opaca. No acabé de entender la necesidad (salvo por los medios que podía precisar) de utilizar un espacio diferente, salvo quizá la demanda de convertir su acción en una teatralización hierática y algo pretenciosa.

La acción espectacular de la pareja casi cómica de Restauracja Europa (Polonia), me pareció flaquear por la falta de radicalidad al demandar su acción una oscuridad total y no tenerla. El juego visual que proponían con la lámpara ultravioleta quedaba muy mermado por culpa de un foco que no estaba apagado en la esquina del espacio. Es posible que fuese una exigencia de la sala, pero no me acabó de ilusionar por esta limitación de lo visual, que, por otra parte, era lo único interesante de esta acción, desde mi punto de vista, siempre. Como en el caso de la acción del marroquí, también era previsible que el público, espectador casi siempre, acabase teniendo que relacionarse activamente a través de una comunión que parece estar siempre presente en las acciones que se programan.

La radical y simple acción de Mathieu, quien según creo no estaba en el programa inicial, recordándonos que acción es caminar, como ya antes lo hiciera Esther Ferrer, o contar, o respirar, me atrajo singularmente. Tan solo con la sencillez de una caminada en cruz, contando, concentrado, los pasos, respirando en una especie de trance real, casi como un derviche, atraía mi atención que no podía dejar de ver que, con esta simpleza, con esta acción, el artista nos estaba dando lo más puro de su yo, su propia realidad de ese momento, no ensayado, no espectacular, no grandilocuente, extramuseístico y, sin embargo, adaptado a la perfección al espacio que se le había sugerido, adoptando la cruz que proponen las columnas del Matadero para jugar con ellas y no contra ellas.

Y terminar con una espiral tan simple como potente, visualmente inabarcable, que inducía a pensar en la infinitud de las repercusiones de una pequeña modificación del espacio, al modo de una enorme metáfora de efecto mariposa.

El viernes 25 de noviembre:

Tuve el placer de divertirme con la Performance de Muda Mathys y Sus Zwick en el Auditorio Sabatini del MNCARS. Fue divertida y, por momentos, profunda, también demostrando esa cualidad que mencionaba antes del arte de acción como libre de idiomas, pero no de lenguaje. El lenguaje era algo recargado, pero su control de los tiempos permitían digerir sus mensajes sin resultar abrumadores. Especialmente recuerdo con agrado el juego que hicieron del proyector, en una pantalla irregular, algo inhabitual entre los que nos limitamos, en muchos casos, a su uso rectangular.

En general, las acciones me parecieron algo predecibles, plagadas de convencionalismos, pero algunas de ellas me recordaron que el arte ha de estar en continua evolución y que si se estanca tiende a oler mal.

Pero lo que menos me gustó fue, sobre todo, que a ese público más o menos entregado, no se le atienda ni lo más mínimo, no aportándole información que le sirva para ir procesando lo que va viendo, al mismo tiempo que prestándole una atención que me parece que merece, asumiendo que todos sabemos el programa, que todos los asistentes conocen a todos los artistas, que es un trabajo que deben hacer. Está claro que puede ser una propuesta intencionada para que el espectador no se resigne a su papel pasivo de otro tipo de espectáculos, pero no vi demasiado un tipo de acciones que no fuesen en vías no teatrales. No me parece razonable que haya una proyección de una entrevista a una artista alemana subtitulada en inglés. Creo que es pedirle demasiado a un público que, después, nos extraña que no quiera aparecer por este tipo de encuentros.

Hay una desconexión absoluta entre un desconocido que entrase a ver una de las acciones y los organizadores que, y aquí vuelvo a insistir que se trata de mi humilde opinión, no saben o no quieren prestarles la merecida atención para facilitarles su acercamiento. Los que somos conocidos no sentimos esto, puesto que nos atienden, nos saludan, nos informan, pero el público es público, no privado.

Sé que ha quedado un mal sabor después de leer este texto, bastante crítico, pero necesito ser sincero sin saber si yo lo sabría hacer mejor. En cualquier caso, agradezco que este tipo de encuentros existan y espero que puedan mantener su actividad en los tiempos que se avecinan, de pérdidas de subvenciones para el arte, especialmente las relacionadas con expresiones tan alejadas de lo convencional como debería ser la performance. Y quienes este año lo han hecho posible merecen mi total respeto y reconocimiento.

Un cordial saludo,
Giusseppe Domínguez

Hoy he comenzado el día leyendo la historia de los cimbrios

Un pueblo que procede de las zonas más septentrionales de Europa, antes de que Europa fuese una grande y libre (ah, no que eso es de otra cosa). Pusieron en serios aprietos, junto con los teutones y otros pueblos seminómadas, la existencia de la república romana. Por la incapacidad política y militar de varios cónsules, acabaron estando a la merced de unos ejércitos que superaban (teniendo en cuenta que viajaban con toda la población) el millón de personas, cifra que, en aquel entonces, suponía la mayor amenaza que se pudiese imaginar.

Solo habían estado cerca de ser destruidos de manera semejante, los romanos, en tiempos de la segunda guerra púnica, en la que, bajo el mando de Aníbal, los cartagineses y muchos de sus aliados demostraron la falibilidad de esa potencia entonces emergente.

Aníbal había estado a las puertas de Roma y no supo o no pudo clavar la puntilla. En el tiempo que tuvieron para recomponerse, los romanos terminaron, incluso, por vencer a los cartagineses e imponer su hegemonía de siglos en el Mediterráneo. (Mare Nostrum, entonces).

Pero lo que ocurrió con los cimbrios me preocupa más:

Los políticos romanos, incapaces de ponerse de acuerdo ni siquiera en una batalla de un día, eran tan ineficaces que estos pueblos germánicos habrían cambiado el curso de lo que conocemos por historia si no fuese (parece ser) por las reformas de Cayo Mario.

Reformas que sembraron el germen de la destrucción de las instituciones que habían regulado la política republicana hasta dejar vislumbrar la aparición del imperio, del expansionismo brutal, de la profesionalización de la guerra (del ejército) y la creación, para ello, de un aparato militar que necesitaba comer sin parar alimentándose de muerte.

Eso sí, estarán orgullosos por siempre de este neo-fundador de Roma que les llevó a las cotas más altas de poder internacional, olvidando que mató a más seres humanos que muchos de los antecedentes. Claro que eran seres humanos otrorizables: no eran los romanos los que morían, eran los germanos. Eso está bien, parece ser. Pero yo no lo entiendo. Y especialmente después de que hayamos progresado socialmente hasta haber sido capaces de afirmar, en algún papel mojado, muy mojado, que todos los hombres son iguales.

En Europa, una europa que no acaba de despejar de ser minúscula suma de naciones divisas, los cónsules no llegan a acuerdos y acabarán por ser destruidos, salvo que aparezca un salvador o salvadora, un merkelcito de tres al cuarto o, peor aún, napoleones o hitlercillos, mussolinines… que demuestren que, con mano dura y criterio unificado por cojones, se llega a lo que no puede alcanzarse con diálogo.

¡¡Mierda!! ¿Por qué no hemos aprendido aún a dialogar? ¿Por qué no sabemos pensar en grupos grandes? El mundo está necesitando que seamos (todos (y todas)) capaces de entendernos, de pensar globalmente, para enemistarnos con lo que afecta a la globalidad, esa en la que vivimos lo queramos o no.

Me preocupa enormemente el nacionalismo histérico e histórico del que nunca vemos la viga, pero que señalamos pajas. España es nacionalista y no lo asume. Alemania es nacionalista y no lo asume. Francia es nacionalista y lo asume un poquito más, etc, etc… hasta más de 27. ¿Cuándo Europa será nacionalista?

Me temo que tarde, que será tarde, que Europa va camino de desaparecer, barrida por otros cuyos lenguajes no entendemos y a quienes, por nuestra propia incultura, llamaremos bárbaros.

No aprendemos.

¿¿¿Pero es en serio que aún se atreven a decir cosas como esta???

Parece mentira que aún se atrevan a decir cosas como esta y que se expongan a estar en este tipo de confrontaciones.

Por favor, señores de la iglesia católica, olviden sus trasnochados victorianos y reprimidos juicios de valor y valoren o juzguen a los propios, a esas vigas en ojo doloroso y dolorido… y nunca bien cicatrizado por la falta de intención. Por favor, señores de la iglesia católica, ¡bórrenme de entre los suyos!

Tengo que apostatar con urgencia.

Piel de Mariposa

Piel de Mariposa es una enfermedad genética que afecta a la piel provocando ampollas ante el mínimo roce.

Le he leído hoy en el periódico mientras intentaba comprender cómo aún quedan dudas sobre el trato sexista que se da a la publicidad, con o sin fines benéficos, pero siempre con fines, con ambición, con avaricia, incluso. ¿Cuál es la frontera entre la avaricia y la ambición? ¿Por qué una se ve mal y la otra está potenciada hasta el punto de que te pueden criticar por falta de ambición?

Sé que son cosas distintas. Es más, sé que esta entrada ha entrado dispersa hasta la saciedad, incluso tenía intención de hablar de la fidelidad en la pareja, esa autocensura sociocultural que ejercemos sobre nosotros mismos a sapiencia de que nos quedaremos sin saber a qué saben esos labios, esos miles de millones de labios que besaríamos por el mero hecho de saber a qué saben, cómo es su textura, su carnosidad, su tacto, su humedad, su dulzura, su volumen y su superficie, entre otras cosas que no sé clasificar.

Esta entrada diaria está perdida, está perdida en la noche del desorden, del estruendo mediático que tengo en el cerebro, el que me hace leer despacio, el que me tiene atrapado por todos los tendones, incluso por el del manguito rotador, ese por el que estoy yendo a fisioterapia sentándome en la silla número 4 de una serie que comienza por el número, curiosamente, cero. Sí, como lo lees, con el 0 más radical.

Y mientras hacía mis diez minutos (10) de ejercicios bajo las poleas, miraba las dos posiciones que tenía enfrente, la uno y la cero (1 y 0) y pensaba, no podía evitarlo, en la cantidad de cosas que se han conseguido desde que hemos comprendido que son las unidades básicas de almacenamiento de información. Sí y No. 1 y 0. Todo o Nada. Negro o Blanco.

Unidades suficientes para comprender un mundo simplificado, pero un mundo, al fin y al cabo, modelizado con lo mínimo, lo más mínimo, lo requetemínimo, por decirlo así.

Y luego vuelvo a preguntarme qué hacía leyendo un artículo sobre los almanaques de Ryanair hechos con la intención, presunta, de apoyar una institución benéfica a partir de fotografías de marcado carácter sexual pero que, en realidad, intentan generar una polémica que les dé la suficiente publicidad como para no tener que contratarla. Los medios de comunicación harán lo que tienen que hacer. Ryanair conseguirá la publicidad de ser denunciada y, aunque parezca increíble, eso repercutirá positivamente en sus beneficios. Es algo archisabido desde la famosa frase de un tal Tomas de Aquino: «Que hablen de mí, aunque sea mal».

La respuesta quizá sea que la belleza de algunas de esas mujeres me seduce, claro, que a pesar de la repulsión racional que me provoca la utilización sexista, discriminatorio, de esas imágenes, de esa campaña, veo sus cuerpos sugerentes cargados de una sensualidad artificial como la vida misma y me apetece encontrarme a esas mujeres. Pero también aquellas que caminan por la calle y que sorprendo hablando por un móvil que siente el calor del hálito vaporoso de esos labios que no besaré.

Y, por volver a ese primer párrafo inabarcable, esa reflexión sobre la avaricia o la ambición, me acuerdo de la crítica que he oído esta mañana de la mujer que estaba sentada en la silla numerada con un 3, en la que dirigiéndose a mí, criticaba la avaricia de un familiar del rey de este país que no acaba de darse cuenta de que el verdadero problema es la loa de la ambición, que hace descarrilar algún que otro torpe al otro lado de la delgada línea roja.

Monarquía. Todavía incuestionada a nivel político seriamente en españa, esta que no puedo escribir con mayúsculas, que sigue siendo una herencia más de una dictadura que consideramos aceptable. No hay porqué extrañarse de que haya, dentro de ella, cierta sensación de invulnerabilidad, de estar por encima de la ley, de esa que rige a los plebeyos, a los que tenemos que ser fieles… pero eso es otra cuestión, la fidelidad es un acuerdo de pareja. Al menos, en este país, ya no se lapida a los adúlteros, aunque siga siendo criticada la adúltera más que el equivalente del sexo contrario y, por supuesto, todavía sea denostada la promiscuidad, de nuevo no igualmente para ellos que para ellas.

Binarios, somos binarios en un mundo cuyas lógicas binarias tiempo ha que fueron superadas. Binarios, quizá, por no entender que los órganos sexuales no determinan la identidad. Binarios hasta la muerte, desde la vida, como si no hubiese muertos vivientes y vivos moribundos, en muy distintos grados… de un continuo de números reales, por lo menos.

Disperso, como yo, este pequeño texto del día, que termina aquí.

razones

hoy
busco y rebusco
razones que expliquen este fondo de tristeza
esta tristeza sin fondo
que me habita
y miro al cielo (gris
y pienso que es por eso
por esa desasosegante mirada que se pierde en la nube
por esa soledad descompasada
entre la tierra y el sol
pero no es suficiente
y miro a mi ordenador
recientemente formateado
por una estupidez que cometí
y me siento estúpido
pero no veo en ello una razón para estar tan triste
tan profundamente triste
y miro al recuerdo que tengo de este despertar
con sus brazos abrazándome como etimológicamente corresponde
y sé
seguro
que no es por eso
y miro el calendario para encontrarme
con la festividad del cumpleaños de mi amiga Sylvia y
pienso si será por eso
pero sé que no lo es
que nos vemos en nuestra memoria permanentemente
y miro mi hombro dolorido
el tiempo que tengo que dedicarle a la recuperación
la incertidumbre de un futuro sano
saludable
amable
dulce
y miro la agenda de actividades lucrativas
tan vacía
y sé
que no es por eso
no es por eso
no
no lo es
pero sigo buscando
buscando y rebuscando
ese final
esa base
esa superficie que acote el cilindro inacabado donde la tristeza
parece una amorfa masa sanguinolenta y purulenta
y no sé qué más
añadir
para decir
que hoy
soy un hombre de llanto

Pasa lo que pasa porque no hay lo que tiene que haber

Y con esa frase tan llena de misterio se ha quedado bien tranquila una mujer que estaba en la sala donde estoy realizando la fisioterapia correspondiente para mi hombro derecho que sigue con su manguito rotador molestando un poquito.

Después, la buena mujer, se ha puesto a hablar sobre que ella era española y que su padre había luchado en la guerra y… yo he preferido desconectar mental y auditivamente de esa retahíla de tonterías pseudo-racistas que no me estaban gustando ni poco ni mucho.

He llegado a pensar, incluso, que pasa lo que pasa porque no hay lo que tiene que haber: tenía que haberme levantado y haberle dicho a la buena mujer que tiene razón, que no puede no tenerla siendo tan sumamente imprecisa como para decir que, y no era una cuestión de falta de contexto, lo que pasa es cualquier cosa y lo que hay es cualquier otra.

Expresiones comodín que pueden sustituir absolutamente toda entidad semántica es llenar de significado indefinido, impreciso y vacuo, en una palabra, un significante simple con apariencia, incluso, de paradoja.

Pero he preferido seguir bajo la lamparita de infrarrojos (al menos de rojos) calentando el manguito paara poder, después, hacer unos ejercicios más o menos bien definidos agarrado a una escalerita y otros tantos con un par de poleas. Ya conozco lo que esto me suele provocar, así que no me ha pillado por sorpresa, pero siempre, siempre, siento que no hago lo que hay que hacer, que no pasa lo que debería pasar y que vivo sin vivir en mí.

Y así, hoy, me despido hasta dentro de un ratito, si consigo evitar que siga en funcionamiento el maldito Unity de mi recientemente actualizado Ubuntu 11.10. Si tienes este sistema operativo, busca maneras de evitar caer en las redes de interfaces para memos. O pásate a otros SOs.

Hay tantas cosas que uno nunca sabe si lo que hace merece la pena

A veces tambaleo porque encuentro que lo que voy a hacer ya está hecho.
A veces me encuentro con que lo inventado no es preciso.
A veces el desánimo llora por las paredes de mi mente
y me recomienda buscar otros caminos.

La semana pasada encontré una clasificación filogenética de las lenguas del mundo en Wikipedia. También un catálogo por escrito con más de 6000 lenguas en Ethnologue. En esta web, un sinfín de referencias a muchas otras cosas de este tipo de clasificaciones. También conocía el esfuerzo que realizan en Proel y, además, en español (como en la wikipedia, muy bien traducida, por cierto) de donde ya había obtenido información para la rueda que estaba inventando. He conocido la codificación que realizan en SIL. Me cabrea un poco que muchos de estos avances etnológicos hayan sido realizados con fines evangelizadores, como en el caso de SIL o Proel, traduciendo la biblia a los distintos idiomas, pero bueno, es algo que hay que entender como históricamente explicable.

Por hallar curiosidades, hasta me he encontrado con una colección de números del 1 al 10 en más de 5000 lenguas. Es divertido encontrar las siete diferencias. Y, además, listados de alfabetos que nunca he sabido si yo quería plasmarlos en mi proyecto POFLM.

Y mi pregunta es:

¿Merece la pena que haga un trabajo, que hasta he supuesto que podría financiarse, si ya hay otros trabajos similares y diversos, algunos de los cuales seguro que son de mayor calidad y completitud que el que yo pueda nunca abordar?

¿Qué aporto que no exista en estos proyectos? Quizá incluso exista y ya esté hecho y yo no lo sepa.

Lo más importante, para mí, es que me gustaría sistematizar la información que hay de cada lengua, algo parecido a lo que se pretende con la plantilla de Modelo de Idioma. Pero también está hecho. ¡Maldición, maldición y cien veces maldición!

Estoy tratando de encontrar una razón para hacer algo que, en realidad, solo quiero hacer para mi disfrute personal. Es un tanto absurdo, lo sé, pero no puedo evitar querer buscarle una razón, digamos, social que justifique la inversión de tiempo y trabajo que estoy a punto de retomar.

Quizá, mi objetivo no debería perderlo que es el de darle un formato más flexible que los que he encontrado hasta ahora. He de reconocer que el de Wikipedia está bastante bien. Para poder en un futuro trazar mapas dinámicos con los idiomas desplazándose, pero entonces tengo que almacenar una información que no sé muy buen como guardarla.

Hummmm… ¿empiezo a hacer esto o sigo buscando excusas para no hacerlo?

Ayer fue la inmaculada concepción

O sea, festivo en este país, «»»laico«»».

El pasado martes 6, día de la Constitución, me encontré teniendo una curiosa conversación con mi sobrina Jimena que me dijo que el jueves era fiesta porque era la inmaculada concepción. Le dije que qué era eso y me contestó, con una seguridad pasmosa, que era que la virgen había concebido sin el pecado original. Y se quedó tan feliz, ella.

No quise ahondar en preguntas que podrían poner en un aprieto su confianza, ni quise saber cuánto sabía de lo que significaba concebir, por si acaso yo acababa en un aprieto.

Está en un periodo curioso porque está a punto de hacer la comunión. Junto con su hermano César, ambos, hijos de una pareja no casada por la iglesia. Pero esta iglesia católica cada día son más permisivos, cosa que no acabo de entender porque acaban por dejar de lado el significado de lo que supone realizar la comunión o el bautismo que deben hacer (no estaban bautizados hasta ahora) para poder comulgar.

Hace un par de meses nos pidieron a Carmen y a mí que fuésemos los padrinos de uno de ellos, aún por determinar, al que, según la definición que da la iglesia católica de bautismo, tendríamos que educar en la fe católica.

Padrinos

Cuando los infantes son solemnemente bautizados, las personas asisten a la ceremonia a hacer la profesión de fe a nombre del niño. Esta práctica viene de la antigüedad y es atestiguada por Tertuliano, San Basilio, San Agustín y otros. Dichas personas son designadas sponsores, offerentes, susceptores, fidejussores, y patrini. El término en español es padrino y madrina. Éstos, a falta de los padres, están obligados a instruir en lo referente a la fe y la moralidad. Es suficiente un padrino y no se permite más de dos. En el caso de que sean dos, uno debe ser hombre y el otro mujer. El fin de estas restricciones es el hecho de que el padrino contrae una relación espiritual con el niño y sus padres, lo que sería un impedimento de matrimonio. Los padrinos mismos deben ser personas bautizadas que tengan uso de razón y deben haber sido designados como padrinos por el sacerdote o los padres. Durante el bautismo deben tocar físicamente al niño ya sea personalmente o por algún otro medio. Lo que es más, se requiere que tengan realmente la intención de asumir las obligaciones como padrinos. Es deseable que hayan sido confirmados, pero esto no es absolutamente necesario. A ciertas personas se les prohíbe actuar como padrinos. Ellos son: miembros de órdenes religiosas, personas de matrimonios distintos, o los padres de los que van a ser bautizados, y en general aquellos objetables por razón de infidelidad, herejía, excomunión o que son miembros de sociedades secretas condenadas, o pecadores públicos (Sabetti, no. 663). Los padrinos también son empleados en el bautismo solemne de adultos. Nunca son necesarios en el bautismo privado.

Fuente: Enciclopedia Católica OnLine

Claro que, yo soy un feliz hereje, seguramente un pecador público y no reconozco la validez de mi bautismo, así que tuve que decantarme por un sonoro no.

No pude decir que sí, pero tampoco acabo de entender cómo sus padres pueden decir que sí, cómo la iglesia les permite bautizarles sin estar casados por la iglesia, sin, reconocidamente, creer en dios ni en los mandamientos de la católica. La verdad es que todo esto me resulta tan extraño que me pregunté porqué ocurría y acabé dándome cuenta de que el problema no era religioso, sino social.

Vivir en una sociedad pequeña a veces puede resultar opresivo, pero también hay que responsabilizarse de la coherencia de las decisiones propias, cosa que yo no puedo evitar hacer, aunque en ocasiones no lo haría para comportarme más amigablemente, encajar mejor con un entorno que tiende a homogeneizar y rechazar la diferencia.

Pero digo no, un sonoro no, cuando no quiero que algo sea como no creo que deba ser. Soy tan simple.

Sé que vivir en un pueblo como Daimiel y mantener esa coherencia implica ciertas recriminaciones sociales, cierto problema en la educación de los hijos que acabarán por sentirse excluidos en muchos entornos, pero creo que la exclusión es algo contra lo que hay que luchar no acatándola sino padeciéndola.

No sé qué habría hecho yo en una situación en la que se encuentran mis cuñados, supongo que no habría llegado a ella, puesto que jamás habría aceptado que educasen en religión a mis hijos, pero puede que, incluso así, ellos hubiesen envidiado a sus amigos (que puede que lo fuesen menos) que tenían formidables fastos ceremoniales, subvencionados por todos los españoles, por cierto, mientras que a ellos tendría que haberles compensado laicamente en una ceremonia artificiosa y falsa… aunque no más ni menos que la religiosa de rigor.

Pero ellos encontraron que nadie llevaba a sus hijos pequeños a otra cosa que no fuese religión (por supuesto católica) en el colegio, así que los suyos habrían sido los primeros en salirse del sistema (salvo un par de niños musulmanes, con los que mejor, parece ser, no relacionarse). Pero alguien tiene que ser el primero, alguien ha de dar un paso valiente, decir no, sonoros noes, cuando hacen falta.

Y para mí, la educación de un hijo (que no tengo, así que muchos me atacarán personalmente por aquí, obviando la argumentación) es dependiente de la coherencia con la que se viva, la vida debe ser ejemplar, el ejemplo ha de ser la base de la educación.

Y lo más importante que pueda haber es la educación de nuestra descendencia. Sin eso, no hay esperanza de futuro, salvo una continuidad improgresiva de un pasado rancio, anquilosado, tradicional(ista) y, por supuesto, excluyente, autoritario, dictatorial, que nunca hemos, realmente, superado.

Esto no es una broma