Ley SOPA

Ayer, wikipedia en su versión inglesa estuvo de luto por la Ley SOPA. En España pasamos del tema como si no fuese con nosotros. También tuvimos nuestra particular ley SOPA llamada aquí SINDE (me parece más razonable que tenga el nombre de lo que hace o pretende hacer y no de quien da la cara por ella).

El caso es que hay algo que sigue sin solucionarse y me temo que va para largo: Internet es Global, las leyes son locales.

Esta pequeña confrontación hace que durante mucho tiempo tuviese unas esperanzas ilusas en la capacidad libertaria de Internet, pero con el paso del tiempo se están haciendo realidad mis temores: Internet debía ser cercenada para acomodarse a las nacionales represiones, a las nacionales reprimendas sobre los ciudadanos que nunca tendrán la libertad que pudo darles una herramienta como esta.

Quedan los días contados para que Internet se fraccione en internetes de diversos países que pongan sus propias leyes sobre sus distintos territorios. Es algo sobre lo que la inmensa mayoría, aún inserta en esa dialéctica decimonónica de defensa de los países, de las morales y éticas localistas hasta el ridículo de la exclusión a lo diferente, a la inmigración, a lo extranjero, estará de acuerdo.

Ya ocurre en lugares como China e Irán, ya comenzó a ocurrir hace más de 10 años en USA, con su famoso (entonces) carnivore, utilizado por la red Echelon. Extraído de Wikipedia:

ECHELON es considerada la mayor red de espionaje y análisis para interceptar comunicaciones electrónicas de la historia. Controlada por la comunidad UKUSA (Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia, y Nueva Zelanda), ECHELON puede capturar comunicaciones por radio y satélite, llamadas de teléfono, faxes y e-mails en casi todo el mundo e incluye análisis automático y clasificación de las interceptaciones. Se estima que ECHELON intercepta más de tres mil millones de comunicaciones cada día.

Pero no importa, seguimos adelante como si no pasara nada, como si la libertad fuese un regalo que ahora nos dan y luego nos quitan, como si no pintásemos nada en este asunto. Aprender técnicas para evadirse un poco de estas tecnologías es poco menos que imposible para la mayoría de la gente. Durante un tiempo estuve cifrando todos mis emails con un protocolo sencillo de encriptación, era algo fácil de hacer, con una infraestructura de clave pública basada en PGP, pero después de los atentados del 11S, cualquier intento de cifrar comunicaciones se vio como una posible prueba de que lo que se deseaba comunicar contenía material delictivo, terrorista, etc. Es decir, la privacidad era mala.

Así que se sucedieron intentos vanos por hacerla pervivir, pero esa tecnología estaba avocada a ser usada solo por los poderosos, que resulta que no somos los ciudadanos. Implementé una solución basada en PKI (Infraestructura de Clave Pública, según sus siglas en inglés) para cifrar las comunicaciones entre Sony y Xphera. Pero a todos los amigos a quienes les iba pidiendo que cifraran sus emails me decían que no tenían nada que ocultar.

El PGP dio paso al OpenPGP que también acabó por irse extinguiendo hacia mediados de 2002. El auge absoluto de empresas como Google y Hotmail (de MicroSoft), iba a dejar en papel mojado todo tipo de intento de protección o independencia de los ciudadanos. Nadie buscaba proveedores de servicios que garantizasen privacidad, salvo algún que otro paranoico. Por no hablar de cuando llegaron las famosas redes sociales de la mano de empresas como FaceBook, Tweeter, etc… Ya está todo en sus manos, con nuestra aquiescencia.

No sé porqué aún no vivimos en casas de cristal transparente, según ese razonamiento.

Como no podía ser de otra manera, el dinero compró PGP, que ahora es de Symantec, dejando un desarrollo de los que arrancaron con ese software, más bien de algunos de quienes lo usaban, en GNUGP. Pero intento ver cuáles son las últimas versiones y no me queda claro cuándo dejaron de desarrollarlo.

Hace años seguía las publicaciones que hacía Kriptópolis sobre el tema y veo que siguen existiendo y merece la pena hojearlo, pero la libertad cuesta mantenerla, nos cuesta el esfuerzo de buscar información entre tanta «información».

Es decir, leer, leer, leer… y ser capaz de separar grano de paja.

Como siempre.

Esto no es una broma