Curiosidades gramaticales del español

Mi querido amigo Ernesto me ha enviado un email con esta maravilla de recursos donde cada línea podría ser utilizada para escribir un libro entero. La primera me recuerda la idea que tengo de escribir un texto que incluya, únicamente, palabras simétricas para poemas simétricos. En mayúsculas, incluso, se puede ir más allá con letras simétricas: tengo las siguientes anotadas en mi móvil desde hace ya más de 2 años:

AMIHOT UVWXY

Idealmente, letras simétricas para palabras capicúa con las que escribir palíndromos.

No hay tantas letras simétricas como cabía esperar… o no.

Curiosidad gramatical del idioma español

El vocablo reconocer se lee lo mismo de izquierda a derecha que viceversa.

En el término centrifugados todas las letras son diferentes y ninguna se repite.

En aristocráticos, cada letra aparece dos veces.

En la palabra barrabrava, una letra aparece una sola vez, otra aparece dos veces, otra tres veces y la cuarta cuatro veces.

El vocablo cinco tiene a su vez cinco letras, coincidencia que no se registra en ningún otro número.

El término corrección tiene dos letras dobles…

Las palabras ecuatorianos y aeronáuticos poseen las mismas letras, pero en diferente orden.

Con 23 letras, se ha establecido que la palabra electroencefalografista es la más extensa de todas las aprobadas por la Real Academia Española de la Lengua.

El término estuve contiene cuatro letras consecutivas por orden alfabético: stuv.

Con nueve letras, menstrual es el vocablo más largo con solo dos sílabas.

Mil es el único número que no tiene ni o ni e.

La palabra pedigüeñería tiene los cuatro firuletes que un término puede tener en nuestro idioma: la virgulilla de la ñ, la diéresis sobre la ü, la tilde del acento y el punto sobre la i.

La palabra euforia tiene las cinco vocales y sólo dos consonantes…

La Palabra Argentino,solo puede ser transformada en ignorAnte (por suerte,el calificativo no es aplicable a la totalidad de los nativos !!!!)

Entre los matices que distinguen a la lengua española figuran en un sitio relevante las curiosidades. Pongo de muestra un caso de acentuación. Aquí se trata de una oración en la cual todas sus palabras – nueve en total – llevan tilde. Ahí les va:

«Tomás pidió públicamente perdón, disculpándose después muchísimo más íntimamente».
A lo mejor una construcción forzada, pero no deja de ser interesante.

La palabra oía tiene tres sílabas en tres letras.

El término arte es masculino en singular y femenino en plural.

Estoy a punto de terminar mi primera lengua

Del proyecto POFLM.

El hitita.

Supongo que he comenzado por esta por una cuestión sentimental y también histórica.

El hitita es la lengua muerta hablada en la antigüedad por los hititas, pueblo que creó un imperio centrado en la antigua Hattusas (actual Bogazköy) en el norte de Anatolia central (hoy Turquía). La lengua se habló aproximadamente entre 1600 a. C. (y probablemente antes) y 1100 a. C. Hay algunos testimonios de que la lengua hitita y lenguas cercanas a ella continuaron hablándose en Anatolia durante varios siglos después de la caída del Imperio Hitita y el último de los textos hititas conocido.

El hitita es la más antigua lengua indoeuropea conocida.

Lo cual significa que es un familiar lejano de la lengua que hablo y en la que escribo. Sé que es una perogrullada, puesto que todas lo son, pero con el estudio de esta y del sánscrito (cosa perfecta) se da por iniciada este capítulo del conocimiento y de la evolución del mismo: la antropología lingüística. No puedo evitar sentirme tentado a darle preeminencia, por más que fuera el euskera y su rareza lo que me motivaron inicialmente a abordar este proyecto.

Tengo que seguir con ella, para poder terminar su ficha hoy por la mañana, en este trabajo no remunerado que hago día a día, aunque haya quien no comprenda que también es un trabajo aunque no sea directamente remunerado (y si no, que se lo digan a los autónomos que no cobran un duro últimamente, pero no están parados).

Día

calidad y precio están cerca
muy cerca
pero no se quieren
no acaban de entenderse
ni en el precio
de una barra de pan integral
ni en unos cuartos de pollo
por más que sean traseros
ni en unas costillas adobadas
que
según se anuncia
son Hermosa

calidad y precio
no tienen medidas
más allá que en la del número de sílabas
donde una es mayor que la otra
y no importa
a nadie
si están cerca
o no
salvo a esa conjunción copulativa
que les mantiene separados
por siempre
jamás

Hablando de austeridad

Tengo un portátil que compré hace más de 7 años de segunda mano a unos chicos bolivianos (de hecho, que el modelo fuese Evo me pareció muy gracioso). Me costó, entonces, 200€. A mí me parecía caro cuando la gente estaba gastando de media en cada PC unos 600€, ofertas de 499€ aparte. Para mis necesidades, que eran varias, me sobraba.

Es un Compaq Evo Notebook N610c

Con unas características técnicas interesantes:
Mobile Intel® Pentium® 4-M Processors at 1.6-GHz
Microsoft® Windows® XP
ATI Mobility Radeon 7500 Graphics Controller with 32 MB of DDR video RAM.
14.1-inch SXGA+ display
512 MB DDR RAM (266 MHz)
80-GB HD.

Y una conectividad enorme (un par de puertos USB, PCMCIA, donde instalé una antena wifi, salidas de vídeo digital y VGA…) y de Bluetooth ni hablamos!

Lo tuve conviviendo conmigo hasta que el cargador empezó a fallar. Al principio intenté conseguir un cargador oficial de Compaq, pero fue tal que imposible o muy muy caro… para un portátil de 200€. Así que me compré un cargador en un bazar que hacía un ruido muy molesto. Y seguí con el equipo en marcha y con mis proyectos… luego, después de otro añito, parece ser que la entrada de corriente dejó de funcionar aleatoriamente, es decir, que en mitad de cualquier actividad se apagaba y te dejaba tirado como un mal amigo.

Y llegó el momento de decirle adiós. Pude comprar un «maravilloso» HP Pavilion Dv6 que se suponía que iba a ser lo más de lo más. Me costó la friolera de 700€. Pero me tiene que durar años y años… con conexiones de todo tipo (ahora lo tengo conectado a la TV con HDMI). Y mi viejo amigo Evo fue relegado al olvido.

Hasta que decidí comenzar a instalarle Linux.

Con un ubuntu 9.04, decidí llevármelo a Vera de vacaciones para ver qué tal… y era genial. Podíamos conectarlo a la TV y ver lo que fuera en ella, podíamos conectarnos a Internet con el Wifi de la vecina o con un cable USB y mi móvil Sony Ericcson 610i.

Y decidí dejárselo allí a mi madre y a quien quisiera usarlo, pero solo lo usaba yo, porque parece ser que todo el mundo está acostumbrado a que todo funcione excepcionalmente bien y nunca jamás se apague…

Con los días, lo fui echando en falta para hacer pruebitas en casa, para juguetear con él y no con el fabuloso que tengo para trabajar. Y se ha convertido en uno de los ordenadores más insólitos que haya conocido.

Le he ido instalando una galería de distribuciones Linux de bajos recursos, pensando en si algún día es necesario retomar los equipos que han sido abandonados por considerarse insuficientes y me he dado cuenta de que soy un experto manejando la escasez de recursos. Yo debería estar hablando de austeridad a la señora Merkel. Con solo 80 Gb tengo instalados más de 9 sistemas operativos distintos… y me sobra espacio para otros 4, calculo. (La imagen está desactualizada: ya tiene otro más: Kubuntu… que es el que menos me gusta de todos)

Obvio que no serán maravillosos, ni superestupendos… pero todos tienen una buena conexión a Internet, navegadores, clientes de correo, de chat, de ftp, todos tienen una buena y gratuita aplicación de oficina, Libreoffice en casi todos los casos, con su procesador de texto, su hoja de cálculo, etc, reproductor de audio, de vídeo, gestor de archivos, un programa de edición fotográfica y de gestión de disco duro y muchas herramientas más que la mayoría de la gente ni siquiera utiliza.

Así que, ahora que tengo dos ordenadores para trabajar, casi no sé si me parece un exceso y tengo que recortar!

Emoción desbordada

Con la emoción desbordada, le he leído a Carmen hoy el último prólogo que he escrito para un libro de poesía de uno de mis alumnos. Otra vez, Ernesto nos regala flores. Yo, tan solo puedo corresponderle con un prólogo. He leído el texto y he llorado. Me siento tan frágil, tan vulnerable en ocasiones…

Lo dejo aquí, pendiente de últimas revisiones, antes de subirlo al apartado correspondiente de mi web.

Memorias del otro lado del mar, de Ernesto Pentón

El hombre es el olmo que da siempre peras increíbles
Octavio Paz

Decía Octavio Paz, en su libro Las peras del olmo, que el artista transforma su fatalidad en un acto libre, que es a esta transformación a lo que llamamos creación.

Todos o casi todos nos enamoramos; solo Garcilaso convierte su amor en églogas y sonetos. Sin Lepanto, Italia, el cautiverio de Argel, la pobreza y la vida errante en España, quizá Cervantes no hubiera sido lo que es; pero muchos de sus contemporáneos vivieron esa vida y, sin embargo, no escribieron El Quijote.

Y así parece haberlo entendido Ernesto quien, con esta biografía como fondo, nos sumerge en un río de lo imaginario, de su infancia por el que van a surcar los poemas de este libro. Pero él es el río con meandros, cascadas, rápidos, remansos… desembocando en libros.

Escrito en mitad de una crisis de transición vital de descendiente a ascendente, estas memorias son la cima de la carrera de Ernesto como Poeta que ahora se enfrenta al gran reto de superarse (y le va a costar) pero siempre encontrará la manera de sorprendernos y mostrar otra de sus miles de facetas de este modesto Da Vinci cuyos conocimientos (siempre en aumento gracias a su curiosidad infantil) son enormes y, en gran medida, aún ignotos.

A lo largo de este río-libro vamos viendo el crecimiento de Ernesto, su desarrollo como persona, incluso pasando por un rito de iniciación sexual que nos cuenta con su habitual frescura directa como un puñetazo que acaricia el alma. Pero trasciende su propia biografía para, por ejemplo, a partir de Tres Casas, hablarnos de sus raíces, de las de sus padres, de las de sus abuelos, haciendo un maravilloso paralelismo entre tres casas y tres generaciones.

Además lo hace con una riqueza increíble de vocabulario, despliegue cubano-caribeño que llena de sensualidad el texto a partir de mención de frutas que asumimos sabrosas, de plantas voluptuosas de colorido y abundancia en la que se gestó la generosidad de Ernesto, que, como la naturaleza, parece estar siempre invadiendo nuevos territorios, con una prosa dulce, sin empalago, que convive junto a poemas narrativos de soberbia llaneza. Parece inevitable hablar de ternura cuando leemos a Ernesto, pero queda más evidente que nunca cuando, como en la foto con su padre, le vemos sonreír.

Y es que este libro es, sobre todo, una dadivosa apertura de su historia íntima, desnudo, con la generosidad del pudor que nos hace sentir al lector en deuda con él al leerle, pues con su llorar nos hace llorar y con su reír nos hace reír, logrando una empatía mágica y única que disuelve la frontera entre lector y escritor. Es emocionante sin caer nunca en sensiblerías y nostálgico sin caer en la autocompasión. Nos dan ganas de abrazar el libro, como parte física del autor que tenemos entre manos.

Sobre los protagonistas humanos de esta confesión autobiográfica, aparece un importante personaje que es esa Habana de su infancia, la infancia misma, esa tierra prometida, al tiempo que purgatorio, entre ciudad y campo, de dimensión humana, quizá en ocasiones, demasiado humana y, sin fáciles proclamas, deja vislumbrar una simpatía social con el lado más humilde de la sociedad, como por ejemplo en el relato “El caviar y la cebolla”.

La alternancia prosa-poema con la que dispone los textos, dota de una ligereza extraordinaria al libro que, sumada a la sutil naturalidad del texto y a las pequeñas confidencias cotidianas genera un ambiente cordial (de corazón a corazón, diría). Es difícil entender qué material utiliza Ernesto para lograr esa mezcla equilibrada de sencillez, sinceridad, crudeza de lo cotidiano y, al tiempo, profundidad, emoción y pasión por la creación poética.

Como coordinador de talleres de poesía, me emociona su poema, pero también los cruces de versos prestados por otros asistentes a los talleres, como cuando me encuentro con el epígrafe de Carmen Mariátegui en el poema “El deber cumplido” y la miríada de detalles que nos regala, de cómo los distingue, de las relaciones que le sugieren, de donde podemos inferir que ya llevaba un poeta dentro que pugnaba por salir a contarnos lo que ve. Como cuando a través de “una vista hermosa por la que valía la pena vivir”, sabemos que era hermosa porque él, poeta, podía ver la hermosura, la belleza en todo lo que rescata de su memoria para obsequiarnos. Incluso con la excusa de un sueño realiza una descripción poética de la índole del acto creativo.

Su pasado como niño que albergaba un poeta, podemos verlo en poemas que nos dicen claramente que entendía lo que es la poesía, como dicen los versos del último párrafo de Pájaro encendido, “entendía algunas cosas. / Por eso supe que la abuela / se había convertido en pájaro”. Entendía, ya entonces, la metáfora, entendía la sublimación poética, la mirada diferente y necesaria para encontrar en el mundo la belleza, incluso en el abismo de la muerte. Pero vinieron los tiempos de asunción de su responsabilidad como creador, de su aceptación de condición de poeta: “Predicar era para mí como hacer poesía”, nos confiesa, pero si dejó, con el tiempo, de predicar, afortunadamente, no dejó de hacer poesía.

Leyéndole, dan ganas de contar cuál fue mi primer poema, contárselo a él y a todos, pero ¿qué importa el mío (esto es un prólogo a su logos)? Importa el suyo y para contar el origen de mi poesía, tendré que escribir un libro. Así, estas memorias resultan acicate para que quien las lea se sienta impulsado a confesar, y confesarse y confesarle, escribiendo con toda la intimidad que suscita, como cuando nos habla de él como escritor, de su yo poeta y de cómo surge esa voz propia.

El más logrado de todos los poemas, al menos en lo que se refiere a hablarnos de cómo Ernesto se convierte en Poeta, es aquel en el que nos cuenta que quería creer en los ángeles, nos habla de un amor de adolescencia y cómo esa experiencia supo trocarla en un primer poema, que no hablaba de ángeles, usando la catarsis de la poesía para conjurar la fatalidad, convirtiéndola, como diría Don Octavio, en creación poética. De dónde estaría y cómo sería ese primer poema, no nos da pistas, salvo que ya no importa. Fue solo una primera piedra del edificio que ha construido sólido y duradero, museo vivo de la palabra poética, llamado Ernesto. Versos de los que relata su nacimiento, y cómo esa catarsis le permitió superar tristezas y convertirse, con el paso de los versos, en el poeta valiente y tierno que es hoy día.

En los últimos poemas parece haber querido conectar con la poesía filosófica y mística de su libro Canto al infinito, que también tuve el gusto de prologar, en un intento de mostrar una evolución personal y vital que tiene su reflejo inevitable en sus versos.

Hasta las últimas páginas, hemos ido viendo crecer al niño y al libro en paralelo y ahora queda Ernesto que siempre será niño y será padre, esposo, amigo, maduro y viejo, pero, sobretodo, siempre será uno de esos olmos que dan peras increíbles.

Giusseppe Domínguez, Madrid, marzo de 2012

Los Soprano

Hace unos días hablaba con mi amiga Aída sobre el porqué de la bondad de esta seria y ella decía que dos temas cinéfilos por antonomasia son la guerra y la familia, y que la mafia tiene ambas cosas.

Cierto, cierto, no puedo estar más de acuerdo. Así que le publico aquí el vídeo de la cabecera de la serie que es espectacular sin ser espectacular. Estamos hablando de que hay películas y series de televisión que podríamos comenzar a llamar Contemporáneas. ¡Ya era hora!

[youtube_sc url=http://youtu.be/NQilxGHU3jI]

Consigue trabajo haciendo lo que te gusta

Me llega un mensaje (por supuesto basura tipo spam) con este encabezado y me pongo a pensar si tiene algún sentido que alguien esté trabajando y le llegue este mensaje y no se lo haya planteado antes… ¿es que no está ya trabajando en algo que le gusta? ¿Cómo puede ser? y, sobre todo, ¿a qué espera?

Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida
cómo se viene la muerte,
tan callando;
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer,
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.

Importante: la vida pasa rápido, rápido rápido… y viene la muerte callando… y, aún sabiéndolo, ¿vamos a vivir trabajando en algo que no nos gusta?

Si es así, hay que pensar en que no toda la vida es trabajo, que lo que los empleos proporcionan es estabilidad económica (algunos), seguridad y solvencia, que muchos desean por encima del placer que da trabajar en algo que les gusta. Y si es así, ¿para qué conseguir «trabajo» haciendo lo que te gusta? Cada cual ha de saber cuál es su prioridad:

1.- Un trabajo que proporcione bienes materiales para, en otro entorno vital, lograr lo que se desea.
2.- Un trabajo deseado, sin importar en demasía los bienes materiales que proporcione.
3.- Un trabajo deseado y que proporcione también bienes materiales para los otros entornos vitales.

Claro, todo el mundo quiere el 3.
Pero ¿por qué?

La falacia de esta posible elección está en el hecho de poder separar el trabajo del entorno vital. No hay separación. Porque la vida es lo que te ocurre en ella, lo que decides hacer en ella. También el trabajo es vida, también forma parte de tu vida, de tus elecciones, y no se puede separar.

En realidad, la propuesta debería ser más compleja y completa, a saber, elegir entre:

1.- Una vida que te guste (incluyendo trabajo, ocio, amigos, familia, lugar…)
2.- Una vida que no te guste (incluyendo lo mismo)

Todo lo anterior está conectado y es difícil elegir un pack completo, pero es lo que hay. No hay posibilidad de separar las cosas como si pudiéramos vivir a trozos… ahora sí, ahora no…

Hay que enfocar, apuntar, disparar…. y vivir haciendo lo que te gusta el mayor porcentaje de tiempo posible. Y si no, ¿a qué esperar tanto? ¡mejor suicidarse!

Texto breve en un foro de Iñaki Gabilondo

Me parece el mejor periodista en activo a quien vi caer con CNN+ para ser sustituido por un infumable Gran Hermano 24horas…

Hace un par de días hablaba de lo que él considera Un tostón insoportable

al que siguieron una serie de comentarios, entre los cuales rescaté el de un tal Nacho (Nacho | 02/03/2012 17:13:40), que fue el único que parecía haber entendido el fondo de la crónica del señor Gabilondo.

Votar otra cosa que no sea al bipartido PP-PSOE sería un buen comienzo para romper esta dinámica (y tostón mediático). No creo que UPyD sea una solución diferente en política económica. Entiendo que lo único diferente que hay al modelo liberal-neoliberal o al modelo social-democrata es IU-Verdes-Equo (me refiero a los partidos de interés general, no nacionalista-regionalista).

Pero espero que votar a estos partidos (yo siempre he votado a IU) no se convierta en simple voto-protesta en contraposición al voto-«borrego» (no es mi intención insultar a nadie, es simplemente un término que todos comprendemos: yo soy un borrego manipulado más).

Para que no se convierta el voto a IU-Equo en simple voto-protesta, las izquierdas y los verdes debieran juntarse y sugerir una alternativa creíble, si es posible a nivel europeo o mundial en un gran congreso. Deberían pensar y acordar como es posible un cambio gradual (no revolucionario) hacia esa alternativa creíble (social y ecológica) en contraposición al capitalismo. Y que estas ideas lleguen a la ciudadanía bien machacadas y entendibles.

Estas ideas deberían juntarse a nivel internacional, para que no se conviertan en un conjunto de partidos pequeñitos a los que nadie hace caso. Entiendo que aquí no cabe partidos revolucionarios populistas (castristas, chavistas, etc.), stalinistas y comunistas de la vieja guardia. Se necesita un modelo rojiverde moderno y sostenible YA…. Si no seguiremos con el tostón.

Publicado por: Nacho | 02/03/2012 17:13:40

Yo, por mi parte, no me he resistido a la tentación y he añadido mi pequeño comentario, que ahora incluyo aquí para contento de mis seguidores y de mis seguidoras… (que seguro que son mayoría aplastante)

Hay un problema: necesitamos simpleza. El mundo es cada vez un sistema más complejo y alejado de explicaciones simples. Esto nos aleja de la sensación de tener contacto con él. Necesitamos sentirnos capaces de comprender el mundo y para ello, queremos que nos lo den simplificado.

Esta es la razón principal del resurgimiento de populismos de diversos signos, incluidos los incluidos en la disyuntiva PP-PSOE. Elegir alternativas es demasiado complejo. Y más, cuando estas alternativas se esfuerzan en informarnos de la complejidad del sistema.

Así que, en ocasiones, también simplifican (IU lo hace, UPyD lo hace…) y Equo es una aproximación que no se hace comprensible y que supone que debe serlo persé. Claro… muchos son profesores de universidad, esto lo explica. Pero no, seguiremos teniendo la necesidad de enemigos fáciles y de respuestas rápidas… para sentir que aún formamos parte de los que dominan, en tanto comprenden/poseen el mundo.

Hoy hace ya 12 años y 6 meses

El tiempo pasa.
Comenzamos un bonito lunes 6 de septiembre de 1999.

Era otro milenio
otro siglo
otra década
era otra época
(sin móviles
sin facebook
sin «crisis»)
y era la misma época
y nos descubrimos
y nos cubrimos
y nos conocimos
cuando ya nos conocíamos
y seguimos de la mano
como antes
yendo juntos
de la mano
por las calles
por los caminos
por la vida
y seguimos
descubriéndonos
cubriéndonos
abrazándonos
con mucho nos
y mucha esdrújula.

cada día 6 de septiembre celebro estar a su lado
cada día 6 de mes celebro estar a su lado
cada día de mes celebro estar a su lado
cada hora del día
cada minuto de cada hora

celebro estar a su lado
y aún alguno me pregunta que por qué no celebramos san valentín

Hoy tengo otra excusa para seguir besándola
siempre que puedo.

Esto no es una broma