new age

Por todos los santos
adoradores de new age
son religiosos fundamentalistas
con su superioridad moral
tan egregia
como aplastante
plasta
en general.

Hay algunos y algunas
que tienen alguna pequeña creencia
alguna irracional superstición
como puede ser
la astrología
la quiromancia
la adivinación del futuro
fe en la reencarnación
el karma
la homeopatía
o comer comida de un mismo color
el ayurvedismo
y alguna otra fe
que no quiero mentar.

Alguno o alguna es feminista hasta el ridículo
o la ridícula, para no excluir a nadie.

Alguna cree en cambios políticos
revolucionarios
sin cambios en sus vidas
acomodadas hasta tener smartphones
con los que convocar manifestaciones
o agrupaciones de ecologistas en acción
contradictoria, pero acción.

Alguno dice que nos tratan mal los de arriba
y, ese mismo, trata fatal a los de al lado
y a los que supone arriba
y, por supuesto, a los de más abajo
pues siempre hay más abajo.

Insultan a quienes no son
o no piensan
como ellos o ellas
con arrogancia
con petulancia
con desprecio
por las personas
por la gente
por el género humano
en general.

Desean una civilización
de único pensamiento
que sea como el suyo
y que
por supuesto
nunca coincide con ningún otro.
Ni siquiera sus propios amigos o amigas o compañeros o compañeras de lucha.

Es una forma de ser algo adolescente
adolece de algunas cosas
que se supone que aporta la madurez
pero no carece del autoengaño de la felicidad.

Se automutilan
viven con tristezas
con desgana y cabreo
aunque se supone que hay que ser uno con el universo
y alcanzan a creer que están estupendos
pero sabes que no es cierto
porque siempre les duele algo
para lo que se terapizan
con alguna que otra extravancia
por supuesto fuera del alcance de los mortales
y otros que son tachados de superficiales
por no poder costearse
osteópatas
fisioterapeutas gurúticos
descansos de meses en la India
o Marruecos
sobrevolando la verdadera naturaleza de esos países
como viendo el folklore de los mismos
sin intentar penetrar en sus cotidianeidades
que son «tan» aburridas…

Y elogian lo oriental por ser oriental
afirmando que los sabios hindúes lo son por ser de oriente
como los reyes magos, por cierto,
y no se dan cuenta de que la india
es occidente para china
al menos en su mayor parte.

Hablan de lo ecológico y lo orgánico
mezclándolo con energía y otras palabrejas
hasta llegar a usar, ni más ni menos,
que fractal o cuántico
con una facilidad tan pasmosa
como desubicada
sin tener en cuenta que orgánico
es el plástico
derivado del petroleo
que es un residuo fósil de animales
que crecieron fuera del contacto humano,
que energía es tan indefinido fuera del contexto de la física
como pueda serlo la santidad
dios
o alguna otra de esas palabras que detestan oír
en esa extraña secta acéfala
de la que forman parte.

Ni se te ocurra aclararles lo que es el método científico
pues se trata de que tienes que abrir tu mente
y
según muchos creyentes
ese método la cierra.

Y el efecto placebo…
ay, qué bonito. Pero no es para los adoradores de incensarios.
Según ellos.
Y ellas.

Pero aun así
lo comprendo
lo acepto como una necesidad
de búsqueda espiritual
de llenar un vacío
que después del anuncio
de la muerte de dios
nos ha dejado huérfanos
lo acepto y lo puedo entender
como entiendo que la madre de Carmen
rece a los santos que adora
para que me cure o para que su hija apruebe un examen
o para lo que sea
pero al menos ella
pide por los demás
y no solo por sí misma
(aunque falta le hace)
y no le discuto la infalibilidad de su pontífice
como no discuto la infalibilidad de gurús con florecillas musicales.

Pero si a la mezcla de todas ellas
se suma la insolente
ignorancia por el otro
o la otra
y el ego se expande hasta ocupar un bar
se culpabiliza hasta criminalizar
la falta de intención de convertirse a esa religión
que nunca dice ser una religión,
pero que desde luego no es
una filo-sofía,
si se adiciona
la falta de interés por problemas ajenos
y se exacerba
el narcisismo
hasta ser sacramentado
entonces
tengo una amiga en mente
a la que cada día
tengo menos ganas de ver
y no contesto sus mensajes
ni sus llamadas
ni sus insinuaciones de vernos
pero no hay nada que hacer
yo no le importo lo suficiente
como para que lo entienda
para que entienda que ya no es compatible
conmigo
con un escéptico
agnóstico (por más que escéptico fuese suficiente)
que considera todas sus parrafadas
sobre cómo debo vivir
tan solo paparruchas y chorradas
a las que no haré caso
ni muriéndome
(aunque eso es mucho decir).

Voy a teclear un rato más
este pedazo de plástico negro
conectado a circuitos de silicio
mirando de cuando en cuando por la ventana
para preparar el taller de poesía
que comienzo esta tarde…
si dios y los astros y otros factores lo permiten.

Esto no es una broma