ejercicio narcisista
o antinarcisista
que consiste
en hablar
diciendo nada
como en la celebérrima conferencia de mi admirado Cage
pero sin parar
hasta que algún acontecimiento
acontezca
como suelen hacer
los acontecimientos
es un ejercicio que me recuerda
que hay otro mundo al otro lado
de ese espejo que encierra una imagen
especular
que no espectacular
aunque seguramente tengan algo que ver
con ver
con mirar
con esperar
con espectar
con espectativar…
con espéculas
espúreas
que hipérboles
acuerdan
acatar
a
qatar
o
simetrías
oh
simetrías
que brilláis más allá de las estrellas
y me recordáis
lo poco
armónico
que soy
sin que eso sea óbice
(quería usar esa palabra)
para ser un ser como son los seres
por otra parte
un ser
servil
serpentino
seratoninante
sin
dominio
de mí
mismo
de ese
que está en el espejo
mejor
ni hablar.