Demasiados comentarios

En este blog
hay demasiados comentarios
que me publican sin denuedo
un millar de anónimos
seres
cibernéticos
ninguno de los cuales
merece la pena ser conocido.

Cada mañana encuentro
decenas
de nuevos usuarios
que se han dado de alta
con nombres exóticos
combinación arbitraria
de vocales
y consonantes.

Ellos publican
comentarios
a entradas olvidadas
en el pasado remoto de un diario
que no les necesita.

Unos minutos al día
paso cada mañana
desaprobando sus obscenidades
sus impertinencias
como si a ellos les fuese a importar
como si pudiese luchar contra la marea
impidiendo
a estos cochinos zombies
su expansión espacio-temporal
que arrebata
cada mañana
unos minutos valiosos de mi vida.

Hoy, después de dos o
tres
días sin borrar ninguno
tengo 259
comentarios
pendientes de ser aprobados
y subiendo.

Voy a borrarlos ahora mismo
para que no me estorben
aunque no me estorban
pero sintiendo miedo
por si alguno de esos comentarios
resulta ser pertinente
de algún conocido
o desconocido ser humano
que ha querido contribuir a este diario público
con su aportación en forma de granito de píxeles.

Uno de estos días…

Esto no es una broma