Un amigo (que me pide mantener su anonimato), ha escrito este texto que considero completamente relevante. Aunque hace un año ya hubo una huelga similar de la que no parece quedar memoria.
Es lo que tenemos porque es lo que queremos, parece ser. Esto, desde mi punto de vista, es lo más grave.
¿Quiénes defienden los servicios públicos de distintos sectores para su uso en estos tiempos? ¿No parece que la inmensa mayoría de la población está lanzada a un «sálvese quién pueda» que implica el uso privado de los recursos producidos privadamente? ¿Nadie tiene la sensación de que esto es una mirada a corto plazo que nos conduce a una sociedad clasista, elitista, que para su sostenimiento implicará la inversión masiva en seguridad (privada, espero) que tan solo asegura la posesión de la propiedad (privada)?
Hablar de la privatización de la enseñanza o la medicina, o la infraestructura básica de comunicaciones telemáticas o transportes, es ya algo que parece anticuado… pero es que sigo viendo que la inmensa mayoría de la gente que tengo alrededor, de una forma o de otra, cree más en ese modelo de sociedad. Sí, al menos me rodeo de algunas voces críticas, contracorriente, que no dejan de ser marginales que creen que el resto del mundo está equivocado o son borregos que no saben a dónde van. O sea, no creen que sea posible la democracia tal como la conocemos. ¿O esta democracia nunca fue tal?
Los madrileños estamos recogiendo los frutos de la privatización del servicio público más esencial que existe. Lo he dicho muchas veces y las que me quedan. “Cuando se elige a un cargo público, como en este caso un alcalde, se hace para que gestione lo que es de todos. Si esta persona y su equipo no están preparadas para realizar dicha labor, y le pasan el trabajo a empresas privadas y lo único que hacen es pagarles con nuestro dinero, está visto que estos políticos sobran”. El servicio de limpiezas de Madrid es la tarea más importante a la que se enfrenta el ayuntamiento. Todas las personas que vivimos en esta maravillosa ciudad producimos en un día toneladas de desperdicios. Es nuestra obligación generar el mínimo de residuos urbanos y la obligación de los que nos gobiernan, la de realizar la limpieza más exhaustiva. Las personas claves para esta función son los barrenderos. Un barrendero diligente es más importante y necesario que 10 consejeros elegidos a dedo. Madrid ha crecido en estos últimos años lo que la especulación haya querido que crezca, que no el progreso. Sólo hay que ver el número de casas vacías que hay en la capital. El número de ciudadanos también ha crecido. Por lo tanto, somos más personas generando basura y más metros cuadrados que limpiar. Sin hacer ningún algoritmo matemático, tenemos que ensuciar menos y más personas se tienen que dedicar a la limpieza. Es decir, hacen falta más barrenderos. En la capital nos encontramos con la extraña paradoja, que a más ciudadanos y más metros cuadrados: menos barrenderos. Sin embargo hay más empresas para realizar la gestión, a saber Cespa de Ferrovial, Valoriza del grupo Sacyr, OHL y FCC. Por otra parte el dinero que se destina a la función de la limpieza se recorta cada año. Estas empresas al recibir menos dinero del ayuntamiento, quieren despedir a más de mil barrenderos para que no haya perdidas. Las empresas dependen de los accionistas, entidades y personas que aportan dinero y quieren obtener beneficios. (Estos accionistas no intervienen para nada en un proceso de producción, pero en un sistema capitalista son los más importantes) Por lo tanto menos barrenderos y con peor remuneración (Se puede llegar a más de un cuarenta por ciento de reducción de sueldo) y no hablo de sueldos de cinco mil euros, siendo el trabajo más necesario que existe. Si Madrid tiene que estar limpio con menos personas trabajando, los accionistas tendrían que coger el cepillo y ponerse a barrer para poder llegar a obtener los beneficios que ellos desean con el resultado de limpieza que los madrileños debemos tener. Pero la experiencia nos cuenta, que no será así. La experiencia nos ha demostrado que el hombre continuará explotando al hombre. Un euro de impuestos de un ciudadano destinado a la limpieza de Madrid se puede dividir, en el sueldo del barrendero, el material de limpieza, el de unos cargos políticos, el del los trabajadores del ayuntamiento que se encargan de pagar a la empresa, en el beneficio de la empresa para los accionistas, en la comisión al partido político gobernante por parte de la empresa como favor prestado, en los trabajadores de la empresa que realizan las nóminas, en…..
En estos momentos el peor alcalde que ha tenido Madrid en toda la democracia, ha mandado un escrito formal a las empresas para que aseguren los servicios mínimos y ha criminalizado a las únicas personas que se pueden quedar sin empleo y dinero para poder alimentar a sus familias. Esa persona llamada Ana Botella, se ha desentendido del problema grave que sufre la ciudad que gobierna y ha echado balones fuera porque el servicio de limpieza de la capital está externalizado y son las empresas y los trabajadores los que se han de entender “Los ciudadanos de Madrid no pueden ser rehenes” frase manida, hasta el vómito. Por otro lado el periódico de La Gaceta, nos muestra orgulloso en su portada, que el ejercito puede intervenir desde el momento en el que el ayuntamiento lo solicite, comparándolo con la actuación del ejercito en la ciudad italiana de Nápoles. Allí la huelga la inicio la camorra empresa adjudicataria de los servicios de limpieza con el fin de extorsionar. Algo muy diferente a Madrid, por mucho que quieran decir que es una maniobra de los socialistas. Tomás Gómez no tiene catadura moral para expresarse en este tema, porque él privatizó la limpieza en Parla. Sería glorioso ver a los soldados limpiando la ciudad, mejor ni pensar en esa opción, bufff da miedo. Por otro lado también me asustan los sindicatos, especialmente UGT, porque por la experiencia, lo mejor es quedarse con el nombre del portavoz para ver qué cargo ocupará en unos años dentro de un ministerio. Ojalá me equivoque. Políticos, estáis para gestionar los bienes y necesidades públicas, no para venderlas. Porque entonces sobráis, los ciudadanos podemos elegir en las urnas a las empresas que realizarán las gestiones (Por desgracia es lo que hacemos de manera encubierta) Más de mil futuros parados y eso son familias. La deuda pública está basada en buena parte en la nacionalización de la deuda de Bankia. Vaca de tetas gordas que ha alimentado a nuestro políticos y amigos. Madrid 2020, vaya mierda.