Nacionalismos

nacionalismo español

Hice esta fotografía en un bar de Embajadores, donde doy clases a un alumno cuya pared está pintada con una bandera española del tamaño de 4 metros cuadrados. Sobre su mesa, conviven fotos de Esperanza Aguirre, Francisco Franco, unas vírgenes varias, algún otro antiguo dirigente Nacional-Fascista, la bandera española que rigió durante el golpe de estado que se erigió en «gobierno»… Vamos, es algo un poco escalofriante.

No sé por qué no me extraña su convivencia junto a banderas de fútbol. Es algo que sirve para aunar reconociendo diferencias. Eres de este equipo o de este otro: eres del Real Madrid… y eso ya dice mucho.

Pero sin embargo, no me atrevería a ir vestido con una bella camiseta que compré en el Gure Txoko de Sydney, con un par de banderas (la australiana y la ikurriña), a riesgo de ser pisoteado, insultado y, por supuesto, despedido como profesor particular del muchacho en cuestión. (Quien, por lo demás, todo hay que decirlo, es bastante majete, y sus padres son respetuosos y cuidadosos de sus empleados sin hacerme notar su supuesta superioridad moral ni su superioridad jerárquica laboralmente hablando)

Y por comparar con Euskadi en otras cosas: es fascinante ver lo diferente que se ven las cosas cuando se trata de una ikurriña. La poca gente turista madrileña que ha entrado alguna vez en una Herriko Taberna, sale sorprendida del nacionalismo imperante. Pero no creo que les llamase la atención esta foto de un lugar cualquiera de Embajadores. ¿Por qué?

Otra cuestión que me llama la atención es la abundancia de nacionalismo español en las zonas más pobladas de inmigrantes. Supongo que su situación de pobreza (la crisis, sí, la crisis) y la incultura o demagogia facilona, les hace buscar culpables de su situación en «los otros», «los de fuera». Y la cadena de juicio y prejuicio sigue su curso hasta el final.

Ya sé que es algo que no solo ocurre en España. No es que seamos peor que nadie. Es que yo vivo aquí y me disgusta este nacionalismo que no se afirma basándose en cultura, sino en confrontación.

Pero bueno, hay tantas cosas que últimamente me disgustan…

Británico

Británico

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    Referencias

    • xbt (Solicitud en trámite)
    • http://www.ethnologue.com/show_language.asp?code=xbt
    • http://www.sil.org/iso639-3/documentation.asp?id=xbt
    • http://multitree.org/codes/1bd
    • Extinguida
    • Individual
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      Bibliografía específica

      • Celtic Culture: A Historical Encyclopedia  edited by John T. Koch. http://books.google.es/books/about/Celtic_Culture.html?id=f899xH_quaMC

        https://es.wikipedia.org/wiki/Britanos

        https://en.wikipedia.org/wiki/Common_Brittonic

        http://www.proel.org/index.php?pagina=mundo/indoeuro/celtico/celticoin/britonico

        http://www.linguasport.com/WORLD%20LANGUAGES/INDO-EUROPEAN/INDO-EUROPEAN/CELTIC/INDEX.htm

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    Introducción

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      Descripción

      • El británico común (también llamado Britónico común, británico, antiguo britónico o brytónico) fue un antiguo idioma P-Céltico hablado en la isla de Bretaña. Fue el idioma del pueblo céltico conocido como los britones, y hacie al siglo VI D.C. se separó en los distintos idiomas britónicos, célticos insulares: céltico, cúmbrico, cornuallés y bretón.


        El brytónico o britónico fue hablado en Bretaña al sur de los ríos Forth y Clyde hasta el siglo VI d. C.

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      Denominación

      • Los nombres brittani, brittones, brittania, etc. ya eran usados por los autores griegos y romanos. La palabra brytónico procede del galés brython. El nombre de la isla fue originalmente transmitido como Prettanía.


        La primera referencia conocida sobre los britanos procede del geógrafo griego Piteas, quien realizó un viaje de exploración al noroeste de Europa entre los años 330-320 a. C. Aunque no se conserva ninguno de sus escritos, diferentes escritores del periodo imperial romano ofrecen muchas referencias a los mismos. Piteas llamó a los britanos Pritani o Pretani, y se refirió a los territorios donde habitaban como las Islas Pretánicas. Esta terminología pudo haber llegado a Piteas a través de los galos, quienes podrían haberla usado para referirse a los habitantes de las islas.

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      Estudio

      • Nuestra información de la lengua en los períodos pre-romano y romano se limita a las fuentes griegas y romanas y consiste principalmente de nombres y palabras aisladas. El material epigráfico consiste de inscripciones latinas y graffitis sobre piedra, metal, cerámica, etc. No se han encontrado textos brytónicos comparables en extensión a las inscripciones célticas continentales.

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    Historia

    • Origen

      • Milenio I A.C. – Siglo I D.C.

        Período pre-romano, desde el tiempo de los primeros informes de Pytheas de Marsella (c. 325 a. C.) hasta la invasión de Claudio (43 d. C.)


        El británico es una forma de celta insular, que es descendiente del Proto-celta, una lengua madre hipotética que en la primera mitad del primer milenio antes de Cristo ya estaba divergiendo en dialectos o idiomas diferentes.


        A lo largo de su existencia, el territorio habitado por los britanos se compuso de numerosas áreas, siempre cambiantes, controladas por tribus. La extensión de su territorio antes y durante el periodo romano no está clara, pero generalmente se cree que incluían la totalidad de la isla de Gran Bretaña hasta el istmo de Clyde Forth, al norte del cual habitaban los pictos. Parte de este territorio picto fue absorbida por el reino gaélico de Dalriata. La isla de Man también estuvo originalmente habitada por britanos, aunque también pasó a ser territorio gaélico. Así mismo, se cree que la isla de Irlanda fue totalmente gaélica durante este periodo.

      Desarrollo

      • Siglo I D.C. – Siglo V D.C.

        Período romano y post-romano temprano hasta la llegada de los anglosajones en el 450 d. C.


        El Imperio Romano invadió Britania en el año 43. Las tribus britanas se opusieron continuamente a las legiones romanas, aunque para el año 84 los romanos habían conquistado todo el territorio hasta el istmo Clyde-Forth. En el año 115, los nativos se sublevaron contra sus conquistadores y aniquilaron a las guarniciones romanas de Eburacum, (York). Como resultado, el emperador romano Adriano visitó Britania en 122 y comenzó la construcción de una muralla de 117 km conocida como muralla de Adriano a la altura del golfo de Solway, como límite norte del dominio de Roma. Años más tarde, su sucesor, Antonio Pío, mandó levantar otra 50 km al norte. Sin embargo, estas nuevas posiciones defensivas fueron abandonadas tras su muerte en 161, pasando a ser de nuevo la muralla de Adriano la frontera romana durante los siguientes doscientos años, un periodo de paz relativa. Aunque las tribus nativas britanas permanecieron mayoritariamente en sus tierras, quedaron sujetas al mandato de los gobernadores romanos. El Imperio Romano retuvo el control de Britania hasta su retirada alrededor del año 400, cuando se iniciaron las invasiones bárbaras de Europa.

      Situación Actual

      • Extinción – Siglo VI D.C.

        Período post-romano, desde el 450 al 550 d. C.


        En los tiempos de la retirada romana, los pueblos germánicos anglosajones iniciaron sus migraciones hacia la costa Este de Gran Bretaña, donde establecieron reinos. De esta forma, las lenguas y culturas britanas fueron reemplazadas por las de los anglosajones. Al mismo tiempo, algunas tribus britanas migraron a través del Canal de la Mancha a lo que hoy se conoce como Bretaña, así como a tierras yermas como Cornualles y el noroeste de Inglaterra, donde se establecieron reinos como Rheged o Dumnonia. En estos reinos se desarrolló el idioma bretón. A finales del primer milenio, los anglosajones habían conquistado la mayor parte del territorio de Gran Bretaña, extinguiendo el idioma y la cultura de los nativos britanos, que permaneció sólo de forma residual en el península suroccidental, en las regiones montañosas de los Peninos y Gales.

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    Datos

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      Hablantes

      • Los britanos o britones fueron los pueblos nativos que habitaron la isla de Gran Bretaña (Albión), los cuales podían ser descritos como celtas insulares antes de que su lengua y culturas fueran reemplazadas por las de los invasores anglosajones.


        Estos pueblos hablaban lenguas britónicas y compartían tradiciones culturales comunes. En términos de lengua y cultura, gran parte de todo el oeste de Europa fue principalmente céltica durante este periodo, aunque la isla de Gran Bretaña y la Bretaña continental estuvieron habitadas por celtas britanos. Los habitantes de Irlanda, la Isla de Man y Dalriada eran escotos o celtas gaélicos, hablantes de lenguas goidélicas.

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      Dialectos y Variantes

      • Antes del surgimiento de las lenguas neo-brytónicas se observa la formación de diversos dialectos hacia la mitad y el final de ese siglo: un dialecto occidental y septentrional (en Gales, tierras medias occidentales, norte de Inglaterra y sur de Escocia) del cual descienden el galés y el cumbrio, y un dialecto sudoccidental (en Devon, Cornualles y partes de Somerset y Dorset) del cual evolucionó el cornuallés y que posteriormente sería llevado por los emigrantes que cruzaron el Canal de la Mancha entre los siglos V y VII a la Bretaña, donde el bretón florece todavía.

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      Clasificación

      • Es clasificado como una lengua Celta-P y del grupo de lenguas insulares célticas. Hermanada con el Picto, de dudosa clasificación.


        Las lengua brytónicas, forman uno de los dos grupos de las lenguas célticas, siendo el otro el goidélico. Ambos grupos se distinguen entre sí por la presencia del sonido p en las brytónicas que sustituye al k goidélico. Por eso a las lenguas brytónicas se les denomina célticas-p.


        Existe alguna evidencia de que la lengua picta puede haber tenido estrechos vínculos con Common Brittonic y podría ser una quinta rama. No obstante, en esta clasificación, se ha supuesto una existencia de un grupo británico en contraposición al gaélico o goidélico, más asentado u originado en Irlanda.

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    Mapas

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      Origen

      • GeoData

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      Máxima expansión

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      Actualmente

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    Gramática

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      Fonología

      • Sin datos disponibles.

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      Morfosintaxis

      • Sin datos disponibles.

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      Léxico y Semántica

      • Existen huellas brytónicas en algunos topónimos de ciertas zonas inglesas, como por ejemplo el río Avon (en galés afon, ‘río), o Lytchett (Dorset), derivado de Letoceto (correspondiendo al galés llwyd ‘gris’ + coed ‘madera’).


        Una importante fuente del brytónico es el vocabulario prestado del latín (aproximadamente unas 800 palabras) del período de ocupación romana; algunas de esas palabras son préstamos de cosas propias de la civilización romana: civitas, fenestra, vitrum, pluma, papyrus, scribere, grammatica; pero otras son palabras para designar partes del cuerpo, nombres de animales, etc.

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    Escritura

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      Alfabeto

      • Sin datos disponibles. Las únicas inscripciones encontradas que hasta ahora han sido supuestas como británicas, en Bath, Sommerset, parece que estén escritas en alfabeto Latino.

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      Textos

      • Las fuentes post-romanas del brytónico son los nombres celtas inscritos en piedra en latín desde los siglos V al VII en Gales.


        No han sido encontrados textos escritos en Británico común, pero algunas pocas incripciones han sido identificadas. Tabletas de culto encontradas en reservas romanas en Bath, Somerset contienen alrededor de 150 nombres, cerca de los que la mitad pueden ser indudablemente célticos (pero podrían no ser británicos).


        +

        Hay una inscripción en una superficie metálica descubierta en Bath, en 1979, la cual parece contener una antigua maldición en britónico:

        • Adixoui Deuina Deieda Andagin Uindiorix cuamenai (o quizá) Adixoui Deiana Deieda Andagin Uindiorix cuamiinai


          Siendo una posible traducción:


          Podría, yo, Windiorix, para/en la rendición de Cuamenam la inmerecida mujer, oh, divina Deia.

        También hay una moneda con parte de nueve líneas de texto. Está dañada, pero parece contener nombres británicos.

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Sin noticias de Ukrania

Desde que decidí no leer más prensa
por considerarla dañina
para mi salud
he mejorado notablemente
mi estado mental
que ha pasado de un continuo estado de
alarma ámbar
a un mucho más tranquilo estado de
letargo ambarino.

Hoy me encuentro dividido
entre Venezuela
que se cuela sin parar en los resquicios noticiosos
de las redes sociales
y
Ukrania
mucho más próxima
cuya política económica puede hacer tambalear
medios de subsistencia en mi casa
de manera mucho más rápida y contundente.

Parece que Ukrania
para nuestras redes sociales
es mucho más complicadita
porque, para empezar,
no hablan (osados) español.

Muchos aún suponen que es una región rusa.

Pero nuestro suministro energético y la dependencia del gas
natural
(sobre todo de los socios comunitarios de
la región oriental de la pretendida Europa
económica)
es un requisito para mantener nuestro sistema
de niños pijos
que nos permitimos decir que no usaremos nunca
nucleares
o que haremos la vista gorda
(sí, seguiremos haciéndola)
a los conflictos necesarios en la
OPEP
para que no exista unión y su necesidad de dinero
les haga vulnerables y mantengan
a bajo costo
nuestra sangre.

Hoy leo un rato el periódico y me doy cuenta
de que sigo mejor
sin saber qué pasa
sin querer saber
sin información…
mediatizada.

Pero sigo sintiéndome culpable
o responsable
de todo lo que ocurre en el planeta
aunque no sepa qué es.

Soy tan importante…

El último verso

Voy a escribir cualquier cosa
sin la más mínima importancia
al modo de aquella
ya célebre
conferencia sobre la nada
del ínclito John Cage
pero eso sí
y en ello seré totalmente inflexible
voy a terminar este poema vacuo
con un último verso
de un patetismo impensable.

El último verso será algo como
mi padre murió ese día
o
entonces, sí, entonces, me enamoré
o
la humanidad no conoce su destino
o
pero ya no hay solución.

Mientras tanto,
mientras me decido,
escribiré al ton ni son
como si no importase lo que escribo
haciendo que la lectura relaje
esos cerebros de lectores potenciales
que no se esperan esa salida ingeniosa
con pretensión lírica
que sorprenda y admire
que cause algo de lagrimitas al modo hollywoodiense
o risas
también pueden ser risas.

El último verso puede ser algo como
ahora me voy al baño a seguir soltando esta verborrea
o
me miras, pero no me ves
o
todo lo demás era mentira.

Sí, lo importante es que sea un verso
que realmente signifique
aunque todo lo anterior no haya significado nada
y aunque las dobles negaciones sean lógicamente absurdas.

Ahora me empiezo a plantear el miedo a terminar
y dar un último verso que sea de los del tipo que supongo
haciendo que mis temores se hagan realidad
y cumpliendo una profecía que no pretendía que se realizase.

¿Cómo termino este maldito poema
que he empezado para burlarme de los finales
ñoños de tantos poemas?

Incluso si lo termino con unos vulgares
puntos suspensivos

estoy haciendo un final que pretende ser
¿ingenioso?
¿abierto?

El final más previsible sería el de usar
el último verso
como
el último verso.

Pero me resisto a lo previsible
intentando ser diferente
novedoso
luchador
¿poeta?
creativo…

El último verso es una especie de trampa
en la que caes y de la que no puedes escapar
porque la única forma de hacerlo
es con último verso
que siempre será algo ñoño
si se quiere buscar en él
el sentido del todo.

Así que me gusta citar una telenovela galáctica
(en homenaje a mi amiga Aída)
«Luke, yo soy tu padre»

FIN.

MerkelNET

merkelData protection: Angela Merkel proposes Europe network
Angela Merkel, 14 February 2014

German Chancellor Angela Merkel is proposing building up a European communications network to help improve data protection.

Hace unos días, suscrito como estoy a la lista de correo de ISOC-ES, que dice ser: Internet Society es una organización global dedicada a asegurar que Internet siga siendo abierta, transparente y definida para que todos podamos disfrutar de ella., recibí un email sobre la propuesta de Angela Merkel y Hollande de crear una «Internet Europea».

En estos tiempos, es una sandez irrealizable, debido a que es difícil diferenciar en Internet entre las distintas capas del modelo TCP/IP u OSI, cada vez más enrevesadas y cada vez más dospuntoceroadas, es decir, basadas cada vez más, insisto, en la capa de aplicación y no en las de comunicaciones, desprotegiéndonos como red y lanzándonos a las manos de empresas que controlan lo que ocurre en su app de marras. (FB, Twitter, Google, YouTube, Yahoo… son empresas que ofrecen servicios basados en aplicaciones, no son proveedores de red).

Merkel está razonablemente indignada por los espionajes de las telecomunicaciones por parte de los EEUU (NSA), pero no es solucionable mediante un cierre de fronteras que, a lo más que puede llevar es a una intranet gordita al viejo estilo de la malhadada Infovía. Por otro lado, cabe pensar que pueda ser una excusa para controlar (aprendiendo de lo que hace la NSA) a los usuarios de la misma. Esta es la única explicación viable, pues la otra es inaplicable, salvo que dejemos de usar casi cualquier servicio que sea externo a Europa, y las empresitas que he mencionado anteriormente no están afincadas en estos lares.

Nadie habla de criptografía y de la responsabilidad individual de mantener las propias comunicaciones seguras en un universo completamente conectados. Y tampoco me refiero a la políticas propias de las empresas en cuestión como la famosa de red social.

El debate, no obstante, está servido y algunos de quienes están participando en él dicen algunas de estas cosas:

Oportuna alusión la de Watchmen 🙂

El 18 de febrero de 2014, 11:52, Ángel Rubio escribió:

No sé hasta dónde pueden llegar las regularizaciones o las normativas que se impongan a un determinado sistema de comunicación, o dispositivo. Siempre que se quiera centralizar este tipo de comunicaciones vamos a tener un problema de identidad. Internet surgió como medio para compartir información, y no dependía de nada más que un soporte para transmitir la información y unos protocolos que se han ido adaptando a lo largo del tiempo para mejorar siempre la eficiencia del servicio.

Si nos empeñamos en ‘controlar’ ese canal, quizás estemos provocando que no haya libertad. Y eso es lo que no debería ocurrir. En mi opinión, deberían de regularse unas condiciones mínimas, para que dentro de ese marco se cumplan estándares, y de esta forma asegurar que todos pueden utilizarlo. El que un organismo decida espiar las comunicaciones, o que controle los algoritmos de encriptación para aprovecharse de ello… Pues no tiene nada que ver con el medio que se utilice.

Alguien pude poner en marcha una red europea para tener más controladas las comunicaciones, pero como decía Alan Moore en Watchmen, ¿quién vigila al vigilante?

Saludos,
Ángel

El 18 de febrero de 2014, 11:27, Andreu Castellet escribió:

Amén a todo lo dicho por Raúl. Desde mi posición de observador social creo que nunca volveremos a tener nada mejor que el concepto primigeniode Internet en términos de neutralidad, y que la solución a los problemas de privacidad, congestión, etc, pasa por resolverlo en el terreno de la innovación y de la gobernanza global. Más fácil decirlo que hacerlo, claro.

Saludos,

Andreu (el otro)

El 18/02/2014, a las 11:16, Raúl Sánchez escribió:

En mi opinión, creo que la tecnología no es la solución al problema existente… quizás sea un parche… Surgirá otra tecnología (probablemente ya exista) a través de la NSA o del MI6 o cualquier centro de inteligencia…. que se saltará las barreras y accederá a las comunicaciones de todos nosotros… Creo que el problema importante y de fondo es la gobernabilidad mundial de Internet…
>
> De nada sirve además que los países pongan en marcha legislaciones espectaculares si todas sus comunicaciones tienen que pasar por Miami… O somos capaces de lograr que un organismo internacional tenga la autoridad, potestad y capacidad para tomar decisiones y sancionar a países de verdad o el problema que ha puesto de manifiesto Snowden… lo pondrá de manifiesto otro tipo en un tiempo y relacionado con otro país.. quizás China..?
>
> La apuesta y el gran reto creo que es ese.
>
>
>
> De: Andreu Vea’
> Para: «comunidad@isoc-es.org»
> Enviado: Lunes 17 de febrero de 2014 21:48
> Asunto: [ISOC-ES] Más sobre MERKELnet
>
> me ha encantado la respuesta de un EUROPEO que deja las cosas bien claras y que se nota que conoce la historia y la arquitectura de las redes europeas.
>
> Olivier es británico y Lauren es from USA. Mirad que dialogo (recortado) más interesante.
>
> ————–
>
>
> From: Olivier MJ Crepin-Leblond
> Subject: Re: Data protection: Angela Merkel proposes Europe network
> Date: February 17, 2014 at 2:05:36 PM EST
> To: nnsquad@nnsquad.org
>
> Dear Lauren,
>
> I have no idea who Western European leaders have as advisors, but the
> only thing they should do is to fire them for their incompetence.

> European Internet networks have been inter-connected since the early 90s
> through dozens and dozens of IXPs. Intra-European traffic seldom
> transits via the US. In fact, a high proportion of European Traffic
> going elsewhere in the world does not transit via the US at all.
> In other words, this «proposal» is not worth the e-paper it’s written on.
>
> Oh and if they’re complaining about GMAIL. That’s a *service*, not an
> Internet problem
… Well, the day a European Company provides a free
> email service hosted in Europe that’s as convenient and fast as GMAIL,
> then I’ll consider it.
>
> Kind regards,
>
> Olivier
>
> DISTINGAMOS los servicios de la arquitectura de la red que los soporta.
>
>
>
> On 17/02/2014 18:48, Lauren Weinstein wrote:
> > Data protection: Angela Merkel proposes Europe network
> >
> > http://j.mp/1chUKyJ (BBC)
> >
> > «German Chancellor Angela Merkel is proposing building up a European
> > communications network to help improve data protection. It would
> > avoid emails and other data automatically passing through the United
> > States. In her weekly podcast, she said she would raise the issue on
> > Wednesday with French President Francois Hollande.»

> >
> > – – –
> >
> > Good luck communicating with anyone outside Europe. Real purpose of
> > course, making sure that European intelligence agencies have easy
> > access to European communications. Yeah.
> >
> > –Lauren–
> > Lauren Weinstein (lauren@vortex.com): http://www.vortex.com/lauren

chocolomo y la medida de un verso

giusseppe midiendo versos

Este día, mientras medía versos con un metro fabricado con hilos en la casa de la mujer que había escrito un poema titulado «El hilo», ella me explicaba el significado de una palabra que se ha introducido para siempre en mi vocabulario de la mano de su abuela Doña Max: el chocolomo.

Chocolomo: dícese de aquella persona, animal o cosa que desea al mismo tiempo cosas claramente irreconciliables, como pueden ser las que dan nombre a la palabra en cuestión.

De la foto que me hizo mi querida Vera Moreno en su casa, me encanta especialmente la caja de Imperial: Se garantiza que es pura. Y mi insistencia en llevar camisetas que signifiquen, incluso sin haberlas comprado para tal fin, es más, sin haberlas comprado.

Era intensidad viva lo que me movía a realizar esas mediciones de un libro con el fin de dar mediciones para un libro que está por venir y que Verutxi lo hará posible.

Adoro esta forma de ser una especie de ayudante «metapoético«. Y se lo agradezco a los poetas que lo hacen posible.

Publicidad sin encubrimiento

anti coca-cola

Desde hace días vengo viendo en las redes sociales campañas contra la famosa empresa de este mejunge negro ignoto.

Y por más que todos aducen razones contra el consumo de la misma, yo no puedo parar de recordar al padre de la publicidad: Tomás de Aquino y su celebérrima sentencia: «Que hablen de mí, aunque sea mal«. (No sé si verdaderamente esta frase fue suya ni en qué contexto se empleó)

¿No se tratará de una campaña de publicidad encubierta? Al fin y al cabo, detrás de cada logo rojo y blanco como el que he puesto en esta entrada, encuentra tu cabeza una referencia al producto que, en algún momento, tu subconsciente (si no lo tienes muy bien educado) va a usar para solicitar la malhadada bebida.

Puede que parezca demasiado paranoico con esta observación, pero es que no me sorprendería ni lo más mínimo de aquella empresita capaz de dar origen a la necesidad de regular la publicidad subliminal.

Recibo todos estos mensajes de desaprovación de la compañía fabricante del brebaje pero no acabo de creer que el objetivo se vaya a lograr de esta manera, sino más bien el contrario: reforzar la empresa en cuestión.

Recuerdo, cariñosamente, la acción mucho más contundente y menos visualmente impactante, menos simple, en resumidas cuentas, de mi querido Jaime Vallaure, que realizó un trabajo en el que iba imprimiendo cada cierto tiempo postales con el texto: «N días en La Tierra sin tomar Coca-Cola». Expuso, al parecer, en el 2001 un resultado de este proyecto en CoMa, titulándolo: “24 meses en la tierra sin tomar una gota de coca-cola”.

Copiándole (sin saberlo) llevo años sin entrar en El Corte Inglés. Ya ni siquiera hablo mal de ese centro comercial. Tan solo no entro. ¿Y si lo hacemos así? Poco a poco, pero contundente, radicalmente.

Me gusta / No me gusta

A partir del texto
Me gusta / No me gusta
de Luis Buñuel (en el libro Mi último suspiro)

En la época del surrealismo, era costumbre entre nosotros decidir definitivamente acerca del bien y del mal, de la justo y de la injusto, de la bello y de la feo. Existían libros que había que leer, otros que no había que leer, cosas que se debían hacer, otras que se debían evitar. Inspirándome en estos antiguos juegos, he reunido en este capítulo, dejándome llevar por el azar de la pluma, que es un azar como otro cualquiera, cierto número de mis aversiones y mis simpatías. Aconsejo a todo el mundo que haga lo mismo algún día.

Me gusta pedir en mis talleres que hagan el ejercicio del «me gusta/no me gusta». La primera vez que lo hice fue en Fuentetaja, de hecho, en un taller al que asistí. La profesora, Graciela Baquero, era una mujer menuda que creía en la forma de impartir talleres que yo iba buscando y estuve tanto tiempo en su taller que, al final, me quedé solo y tuvieron que clausurarlo.

Era algo comprensible, pero me sentó bastante mal y prometí (o me prometí) que yo nunca lo haría. Aún no he clausurado nunca un taller regular de escritura ni siquiera con una sola alumna y lejos, bastante lejos, de mi casa.

Graciela, no obstante, sirvió de llave a todo un universo que pude conocer, pues me invitó a participar en un curso de formación para coordinadores de talleres de creatividad que impartía con Jaime Vallaure y con otro cuyo nombre no recuerdo (Miguel Navas, recuerdo hoy.

Jaime pasó a ser «mi faro» y él, a su vez, me abrió nuevas ventanas a otros mundos que yo ni siquiera había imaginado.

Me gustan los días de lluvia, aunque también los días de sol y los de nieve o viento; en realidad, lo que no podría soportar son los climas «perfectos», no variables, suaves, casi programados. Carmen, sin embargo, los adora y este es uno de los pequeños problemas de mi vida: Si alguna vez pensamos seriamente en el exilio no nos podríamos de acuerdo de ninguna manera.

Me encanta el cine. Todo el cine. Siempre cuento que decidí el lugar en el que vivo en función de la cercanía a la mayor cantidad de salas del centro de Madrid. Lamentablemente, con el pasar de los años, los cines me han ido abandonando y me siento un poco huérfano de salas.

El mayor de los traumas lo sufrí con los cines Luna, en los que proyectaban películas comerciales pero en versión original subtituladas, como más me gustan, ahora convertidos en un gimnasio «fashion» al que me apunté. Ha sido un error de los mayores de mi vida. Todo el mundo me decía que era esperable que lo dejase, y así fue. Algo que no todos saben es que yo mientras hacía ejercicio recordaba y tarareaba una canción de Serrat titulada Los fantasmas del Roxy, que habla de un cine que es demolido para construir una sucursal bancaria y los fantasmas de los actores comienzan a aparecerse en ella.

Antes me gustaban los cantautores y me podía llegar a aprender, de memoria, un sinfín de canciones por su letra, pero con el paso de los años he acabado por aburrirme.

Cada vez más me gusta la música instrumental.

Esto fue especialmente así desde que oigo Tangos. La mayor parte de las letras de tango, por muy orgullosos que muchos fanáticos porteños puedan estar, me parecen simplonas, cutres, sin fondo y repetitivas y tópicas hasta decir ¡basta!

Sin embargo, la música distorsionada y sensual de Piazzolla o la armónica de Hugo Díaz me ponen la piel de gallina y me hacen sentir unas ganas enormes de bailar y (a veces) llorar al mismo tiempo.

No me sorprende que Piazzolla fuese un admirador del Jazz, pues con los años, he descubierto en esta música una variedad y una libertad creativa al mismo tiempo que un cromatismo y una intensidad inigualable.

Me gusta la libertad creativa en todas sus formas. Adoro las búsquedas de John Cage, Brossa o Duchamp (Marcel). Para mí, sin búsqueda intelectual, un ser humano es poco diferente de un cordero.

Me gusta mucho cocinar. Tanto es así que cada día lo hago mejor y algunos amigos y familiares (poco objetivos) han empezado a sugerirme que me lo plantee en serio profesionalmente. De hecho, volviendo al tema del exilio, veo en esto una posible salida laboral.

No puedo soportar que alguien diga de la comida «esto no me gusta». Me llevan los demonios. A veces tengo que contenerme para no desear que fallezcan, en ese momento, de inanición espontánea.

Mis sobrinos (y su madre) lo hacen con frecuencia y es una de las principales razones por las que no voy más a Daimiel. Es más, le he dicho a Carmen varias veces que no pienso quedarme nunca con ellos a nuestro cargo mientras no cambien esa actitud.

Me gusta ser tajante. Sí. Pero ¡oh, contradicción! no siempre estoy seguro.

El escepticismo no es que sea algo que me gusta sino, más bien, algo en lo que creo (si es que se puede creer en no creer).

No me gustan los adoctrinamientos ni los adoctrinadores ni las doctrinas. Creo que ni siquiera me gusta la palabra doctrina.

Me gusta agotarme de escribir y sentir que no acabaría nunca.

Esto no es una broma