Según un artículo que acabo de leer de la revista Naukas, estos cuatro genes son los responsables de definir las características de pluripotencia de las células madre.
No quiero profundizar en ese tema porque es demasiado técnico para mí y no lo acabo de comprender, pero algo sí me llama la atención: gracias a estos genes se puede transmutar cualquier célula (aparentemente) de cualquier tejido (especializada) en una potencial célula madre, lo que conlleva que cualquier célula (como era previsible) humana contiene un ser humano en potencia.
Si, como nos quieren hacer pensar, el aborto es la ruptura del proceso por el cual una célula con potencial de ser convertida en una humana se convierte en un ser humano pleno, una liposucción es poco más que un millón de abortos simultáneos, por ejemplo.
Y es que, más que nunca, se impone pensar qué es ser un ser humano. ¿Qué nos hace humanos?
Podemos seguir postponiendo esta pregunta, para no encontrarnos con el hecho de que no sabemos la respuesta, pero dar como respuesta la tontería de la potencialidad, es algo que debiera ser, cuando menos, puesto en serias dudas después de los avances que ya existen: es como negar que la sangre es celular, que circula por el cuerpo… es como intentar volver a quemar a Miguel Servet (por cierto, calle en la que nací, parece mentira que Franco y su nacional catolicismo no la renombrasen).
Había una especie de consenso, «arbitrario», como todo consenso, en torno al hecho de definir ser humano como ser humano independiente, es decir, que puede ser capaz, con mínimas atenciones, de desarrollarse por sí mismo: no es un ser humano un pelo, pero sí un organismo pluricelular con las funciones vitales claramente diferenciadas y en un estadío avanzado de desarrollo.
Esto sigue siendo difuso, lo sé, pero ese consenso estableció unas cantidades, en tiempo desde la fecundación de un óvulo (a falta de otra célula madre), que no se basaba en prejuicios religiosos, místicos, ni semejantes, sino en un intento racional de afrontar esa medida difusa con cantidades discretas (por ejemplo, de manera conservativa, se había estimado en 14 semanas como mínimo hasta que se alcanzase ese estado):
El principio fundamental que contempla la nueva ley (de 2010) es que el aborto será libre dentro de las 14 primeras semanas de gestación, informando previamente a la mujer sobre los derechos, prestaciones y ayudas públicas que tiene la maternidad.
En esta ley, de 2010 (sancionada por el monarca JCI), se trataba de explicar, sin meter a Dios en esto, en un país que dice en su constitución ser laico, que la vida de un ser humano era clasificada como tal, arbitrariamente, a partir de más de los 14*7 días de gestación. Es así, arbitrario, pero había un criterio justificado y racional que estaba relacionado con la independencia (con la libertad). Tanto es así, que la justificación se hace larga y tediosa, con un artículo o una ley que se alarga innecesariamente en unos preliminares que intentan explicar el porqué esa cantidad y no otra.
Pero otros señores en el poder desde hace algún tiempo están mandando todo esto de la racionalidad a tomar por culo y llamando a Dios a la mesa de las legislaciones como si tuviese el más mínimo sentido. Es decir, que se pretende reformar la ley vigente y hacer la restricción salvaje de considerar ser humana cualquier célula madre. Como si la ciencia no existiese, como si Miguel Servet no hubiese existido…
Y no sé qué más añadir.