Ahora que parece que ha vuelto a ponerse de moda el autorretrato, con esta tendencia conocida como selfies, me he unido a la autorrepresentación que, dado el uso del reloj, casi recuerda a esas fotografías de secuestrados que daban cuenta de su ubicación en el espacio-tiempo.
La reflexión (y no tiene doble lectura) sobre el aumento de este tipo de fotografías y el egoísmo o egotismo o cualquier otra manifestación del ego y superego en la sociedad contemporánea, me la dejo para otro día.