Orificios de camino al cerebro
orejas
narices
ojos
boca.
De ellos
la boca está casi fuera
en la mandíbula desmontable
y me da menos miedo
pero me aterra
me aterra
me aterra
pensar
con ese cerebro tan expuesto
en la posibilidad de que un agente
hostil
penetre
por alguno de esos agujeros
y taladre esa materia gris
que me organiza
el día.
¿Ha quedado claro que
me aterra?