Lo llaman «coaching» y yo lo llamo sentido común.
Pero es que encima, ni siquiera es lo suficientemente profundo como para pensar qué hacer cuando, hagas lo que hagas, no solo cambia tu contexto, inevitablemente, sino tú mismo, pues el paso de los años no te recomienda seguir haciendo «lo mismo».
Está claro que, si no eres feliz, deberías cambiar algo, pero tampoco te dice qué ni cómo ni cuándo… o sea, una más de esas tonterías simplonas con pretensiones.